¿Dónde estábais?

Supongo que los seguidores del pensamiento mágico se sentirán muy defraudados al ver que tras haber votado a otro partido, las cifras del empleo siguen siendo malas. Y más allá de eso, que van a ponerse peor, tal como anunció el presidente Rajoy en un alarde de sinceridad infrecuente en las principales tribunas del poder. En todo caso, hay una luz para la esperanza acerca de la viabilidad del conjunto de medidas que va a poner en marcha el Gobierno: UGT y CC.OO han dicho que no están de acuerdo. Creo que eso supone el mejor espaldarazo al programa de ajustes laborales. No hay que olvidar que estos sindicatos, lejos de estar callados, aplaudieron y guarnecieron las medidas puestas en marcha por los gobiernos de Zapatero durante todos los años en los que se destruyeron millones de puestos de trabajo ante sus bien tapadas narices. Por lo tanto, si los mismos que antes aprobaban ahora desaprueban, creo que podemos pensar que las cosas se están haciendo ahora razonablemente bien o, al menos, que este cambio habrá de suponer a la larga mejores perspectivas económicas para todos. Y lo más gracioso es que se les veía venir. Resulta sonrojante por cuenta ajena ver desenrollar ahora la pancarta a los mismos que, no hace demasiados meses, convirtieron el necesario desempeño sindical en un ejercicio de compraventa de apoyos y silencios que, finalmente, ha acabado precipitando a estos sindicatos a una espiral de descrédito de difícil salida. Así, cuando dentro de unos días les veamos desfilar ruidosamente por las calles más de un paseante podrá preguntarles, y con motivo, "¿dónde estábais entonces?"