Algo chirría tras la apoteosis de Nadal

“Algo distorsiona la justicia histórica con una afirmación vertida en nuestra cadena pública”

Rafa Nadal, tras su victoria en Australia.
Rafa Nadal, tras su victoria en Australia. Europa Press
Rosenda Mirón
20:44 • 31 ene. 2022

Siento mucho bajarles de la nube, pero Nadal no ha sido el único en ganar 21 Grand Slam. Hay quien ha conseguido más. 



Amo el tenis y amo que me den alegrías en tiempos aciagos como los que corren. Nuestro mejor producto patrio, Rafa Nadal, inunda desde ayer todas las vías posibles de comunicación disponibles a estas alturas de s. XXI: diarios, redes sociales, blogs, webs del más diverso contenido, tertulias radiofónicas y todo tipo de soportes recogen el innegable momento histórico que ha vivido el deportista español que más simpatías provoca entre la algo hastiada población nacional.



Hastiada de pandemia, de las soirées de Boris Johnson, incluso del Benidorm Fest, un culebrón que parece que se va prolongar más de lo que nadie desea. Rusia saliva amasando una nueva guerra y Costa exhibe músculo socialista con una mayoría absoluta en Portugal. Y ahí, emergiendo entre la actualidad, los poderosos bíceps de nuestro Rafa. Porque cuando alguien consigue lo que él ha conseguido queremos que sea “nuestro”, le poseemos, nos abandera, nos representa. Queremos reconocernos en su amplísima sonrisa y en su fortaleza, hacerla nuestra.



Durante esta borrachera y posterior resaca tras el último éxito del mallorquín, todos los invitados a la fiesta de la información y la opinión han señalado el mérito innegable de Nadal. Hemos escuchado que es el deportista español más grande de todos los tiempos: merece estar en ese pódium



Sin embargo, algo chirría entre todo el ruido mediático, algo distorsiona la justicia histórica con una afirmación vertida en nuestra cadena pública (y en muchos más medios, para ser justos) en pleno informativo: “Nadie ha logrado ganar 21 Grand Slam en la historia del tenis”. Nadie. ¿Nadie? Anoten aquí tres nombres:



Margaret Court, 24 grand slam, Serena Williams, 23 y Steffi Graf, 22. Todas mujeres. Y entonces, llega ese escozor, ese tufillo a algo, esa sensación incómoda. Pues hablemos de ello, levantemos la alfombra de las incomodidades.



Habitamos un mundo en el que sigue haciendo falta tirar de datos para demostrar que hay mujeres que ya han andado caminos que ahora recorren otros. Y está bien, pero es que sigue haciendo falta el esfuerzo. Sigue haciendo falta la llamada de atención. Hace falta sacar del anonimato a tantas mujeres científicas, pintoras, escritoras. O ni tan siquiera eso: hace falta documentarse antes de hablar. En este camino atolondrado de opiniones, noticias frenéticas donde a veces parece que todo es creíble si alguien lo dice, hace falta parar y dar voz. Y sí, hace falta el feminismo. Cada día se hace evidente.



En un mundo con velocidad 5G deberíamos, para salvaguardar ciertas verdades y evitar bochornos, opinar despacio, trabajar despacio, hablar despacio y redactar despacio, porque solo en un ritmo pausado y lento se nos da el inmenso regalo de observar el dato, el detalle, pensar más allá y darnos la oportunidad de reparar en aquello, contrastar eso otro, revisar, dudar, cuestionar. Hace falta.


Felicidades Rafa, Margaret, Serena, Steffi. Grandes del tenis.



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