El candidato del PA

Tengo la suerte de conocer a Juan Martínez González desde hace muchos años. Es más, tengo la suerte de ser amigo suyo. A veces los hombres con valía no tienen el camino por donde demostrarla. Recuerdo a Miguel Garcés, con su Aranzadi bajo el brazo, intentando aprender a ser un buen concejal para los ciudadanos almerienses que lo votaron. El Partido Andalucista (en el que estuvo a punto de desembarcar Javier Arenas tras la aventura democristiana del Pdp) ha ido perdiendo la confianza del ciudadano (tras pactos políticos difíciles de explicar al personal) y con ella a muchos de sus mejores militantes. Otros se quedaron atrapados en esos pactos o buscaron alternativas políticas-económicas más saludables. En los partidos, cuando llegan los lamentos y el crujir de dientes, sólo queda la gente de buen y noble corazón. Juan Martínez es una de esas personas. Buena gente hasta las últimas consecuencias, gente sana hasta la extenuación. No deja de ser una pena que tan buen candidato y mejor persona no tenga detrás un partido que le apoye y le lleve hasta el parlamento de Andalucía a defender el que los andaluces vivan un poco mejor. O por lo menos los almerienses, que hemos comprobado lo dejados de la mano de los políticos de la ribera del Guadalquivir en que hemos vivido estos últimos treinta años. No saldrá parlamentario andaluz, y él lo sabe. ¿Que por qué se presenta entonces? Habría que preguntarle, pero me temo que sólo nos diga que por encima de todo se siente de un partido que defendió una Andalucía abierta por igual a todos los andaluces y que en él seguirá. ¡Cuanto han cambiado las cosas!