Una chapuza imperdonable

La carta de Pedro Sánchez filtrada desde Marruecos deja en pésimo lugar a nuestro Presidente

Julia Navarro
08:59 • 23 mar. 2022

No sé pero me parece que Pedro Sánchez aún no ha terminado de asimilar que ser presidente de Gobierno en un país democrático exige ajustarse a unas normas y, por tanto, no puede hacer y deshacer a su antojo.



Enviar una carta al rey de Marruecos aceptando que este país imponga un modelo, el suyo, de “autonomía” para el Sáhara supone ejecutar una pirueta quebrando la que ha sido hasta ahora la posición de España en ese conflicto. Esta pirueta significa abandonar lisa y llanamente el Sáhara en manos marroquíes sin tener en cuenta los intereses del pueblo saharaui.



Sánchez ha tomado esta decisión sin siquiera llamar a los líderes de la oposición, sin intentar consensuar este cambio, sin tener a bien siquiera haber acudido previamente a debatirlo en el Parlamento. En mi opinión, el envío de esa carta y, sobre todo, como se ha filtrado interesadamente por Marruecos --como no podía ser de otra manera-- deja en evidencia una actuación diplomática claramente chapucera.



Y como el escándalo está asegurado, ahora nos quieren vender que de esta manera se cierra la crisis entre España y Marruecos originada por haber dado cobijo al líder del Frente Polisario, Brahim Galli, que entró en nuestro país por la puerta de atrás, en una operación descabellada y también chapucera que tampoco el señor Presidente ha tenido a bien explicar. Porque en realidad Sánchez nunca explica nada.



Y puestos a querer embobar a los ciudadanos incluso sugieren que gracias a este cambio de posición respecto al Sahara, queda garantizado que Marruecos va a dejar de incordiar respecto a Ceuta y Melilla y no va reclamar su soberanía. Y además añaden que se van a acabar las crisis migratorias en las que Marruecos utiliza de una manera inhumana a los inmigrantes mandándolos a España.



¡Como si no conociéramos la política de Marruecos! ¡Como si pudiéramos creernos que van a renunciar a Ceuta y Melilla! ¡Como si no supiéramos que tienen entre ceja y ceja a Canarias! ¡Como si de ahora en adelante vayan a cesar con sus chantajes utilizando a los inmigrantes!.



La verdad es que en esta Moncloa de Pedro Sánchez tienen una pésima opinión de los ciudadanos a los que gobiernan, es decir a los españoles, si piensan que nos vamos a creer que el amigo marroquí, va a aparcar sus intereses y nos va a dejar en paz.



Me temo que Marruecos cada vez que quiera algo presionara con los inmigrantes y que no cejara nunca, pero nunca, sus pretensiones de hacer suyas las dos plazas españolas, Ceuta y Melilla. Intentar hacernos creer lo contrario es invitarnos a volver a creer en los Reyes Magos.


No sé si Sánchez ha querido congraciarse con Joe Biden, en vista de que este le viene ninguneando, o que prefiere aliarse con Macron que defiende sin complejos los intereses de Marruecos en pro de sus propios intereses, pero lo cierto es que la carta de Sánchez oportunamente filtrada desde Marruecos deja en pésimo lugar a nuestro Presidente que, ya digo, tendría que haber explicado previamente a la opinión pública, es decir compareciendo en el Parlamento, el cambio de posición de España respecto al Sáhara.


Lo cierto es que nuestro país ha dejado tirados de la noche a la mañana a los saharauis por una entelequia: creer que Marruecos va a dejar de apretar los tornillos con Ceuta y Melilla y la inmigración.

En mi opinión, entregar el Sahara a Marruecos tal y como lo ha hecho Sánchez es cuanto menos una chapuza que terminará demostrandose un grave de error. Al tiempo.


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