Doce años lleva Ramón Fernández-Pacheco en el Ayuntamiento de Almería, siete de ellos como alcalde. Un tiempo más que suficiente como para intentar tomar el pelo a los almeriense. Hace unos días presentaba el nuevo proyecto para la rehabilitación del Cerro de San Cristóbal y pedía respeto para el patrimonio de Almería y que los intereses sectarios de unos pocos no impidieran el desarrollo de la zona.
El proyecto, encargado dentro de la rehabilitación del Casco Histórico, se basa en adecentar uno de los mejores miradores con los que cuenta nuestra ciudad, situado entre la Plaza Vieja y La Hoya. Hasta aquí nada que objetar, ya que todo lo que sea mejorar los espacios naturales y patrimoniales de nuestra ciudad contará siempre con el apoyo del Partido Socialista. No en vano, el proyecto del PERI de San Cristóbal se hizo bajo el gobierno socialista de Santiago Martínez Cabrejas en 1999, un proyecto que el Partido Popular ha tenido guardado en un cajón durante 20 años. Ahora, cuando se acercan las elecciones municipales, el alcalde se acuerda de él para publicitarlo.
Los concejales del PSOE, tras visitar el barrio de San Cristóbal y hablar con sus vecinos, presentamos una moción para la rehabilitación integral de toda la zona y no solo del entorno del monumento, con el objeto de proporcionar seguridad y limpieza, acabar con la ocupación ilegal de viviendas y un largo etcétera. El Partido Popular votó en contra de nuestra iniciativa y, acto seguido, hizo desaparecer el PERI de San Cristóbal, una maniobra con la que, supuestamente, buscaba presentar algo más novedoso para la zona, aunque la realidad será bien distinta.
La rehabilitación del Casco Histórico pasa por contar con los vecinos y hacer de esta zona un lugar atractivo donde deseen vivir los almerienses. Desde el PSOE no vamos a permitir que el alcalde siga haciendo del corazón de la ciudad un escenario de sus ocurrencias. Solo hay que pasearse por las calles Eduardo Pérez, Gravina, Plaza Granero o por el entorno de la Alcazaba para ver el abandono generalizado de la zona por parte de un alcalde que no tiene proyecto de ciudad y que vive de las rentas que dejaron otros gobiernos. No viene mal recordar que para el alcalde el Casco Histórico es, en sus propias palabras, el “principal polígono industrial de Almería”. Con esta concepción del patrimonio y del bienestar vecinal no nos sorprende la pobre visión de futuro que tiene para nuestra ciudad.
Son muchas las actuaciones que requiere esta zona tan emblemática de Almería y que hay que abordar cuanto antes, como es mejorar la limpieza -una constante en toda la ciudad-, mejorar la iluminación para dar seguridad y tranquilidad a vecinos y visitantes, limitar la velocidad de los vehículos en todas las calles del barrio y, sobre todo, asegurar presencia policial durante el día y la noche, ante las quejas de los propios vecinos por la imagen de inseguridad instalada en el barrio.
Si de respeto nos habla el alcalde, debería empezar por hacerlo con los vecinos del barrio de San Cristóbal. De nada servirá rehabilitar el entorno del cerro, si no se actúa de forma integral en el barrio, para convertirlo en un pequeño Albayzin en toda su extensión, desde la Muralla de Jairán, que también debería ser rahabilitada, hasta El Quemadero, en las inmediaciones de la Puerta Purchena. De esta manera se potenciaría el desarrollo económico y turístico de la zona y, al mismo tiempo, se proporcionarían unas condiciones dignas de vida a los vecinos. Eso sí es preocuparse por la ciudadanía y por el patrimonio. Lo demás son brindis al sol y maniobras de postureo.
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