La fachada del Colegio más antiguo de Almería (1885) ha sido ¡por fin! restaurada con la ayuda del Ayuntamiento y de la propia Institución. Hoy es hermoso para los almerienses y visitantes poder admirar esta joya arquitectónica (muy deteriorada por el paso del tiempo y tantos años de contaminación continua por coches y autobuses). Con sus sillares limpios y sus colores vivos parece que no es el mismo inmueble. La historia nos dice que este monumento de estilo ecléctico, donde se mezclan elementos románicos y góticos, fue construido por el arquitecto almeriense Enrique López Rull entre 1882 y 1885 gracias a la labor tanto de las religiosas fundadoras (Compañía de María de Tudela) como del Obispo Orberá.
El sólido material empleado es la piedra tallada en forma de sillares siendo en ángulo los de las esquinas. Todo el conjunto respira un aire medieval que nos traslada a otras épocas históricas y todo en él es armónico: la distribución de macizos y vanos, la división en tres plantas con cornisas con dentellones clásicos, frontón... Lo románico y lo gótico conviven: arcos apuntados y baquetones se alternan con arcos de medio punto sobre gruesas columnas de capitel cúbico, decoración en zig-zag, friso de arquillos ciegos de procedencia lombarda...
Además, su interior calificado como el más monumental de Almería tiene de valioso el hecho de mostrarnos un buen número de esculturas del maestro Perceval: el retablo de la Iglesia, las imágenes de la Purísima, Santa Juana de Lestonnac, San José y la Santísima Trinidad.
En cuanto a la restauración diremos que para la limpieza se ha empleado la técnica de chorro de agua y chorro de arena en las zonas de sillería. Se repararon las piedras dañadas con la recuperación de volúmenes que se habían perdido y el abujardado de la piedra. Se han picado tanto la zona de estuco (con mortero de cal y acabado igual que el resto del muro) como las grietas, con lo que se ha procedido al cosido con grapas metálicas.
A la fachada se le están aplicando técnicas y elementos para su conservación y para la prevención de nuevas humedades por ultrasonidos, toda vez que será objeto de un tratamiento que unifique su color.
Tanto el Colegio como la Iglesia deben ser parada obligatoria para quien visite nuestra ciudad, no sólo por su monumental fachada sino también por ese hermoso interior, lleno de bellas imágenes y donde admiramos un nuevo concepto del espacio mediante el uso de parejas de columnas de hierro sobre las que descansan las bóvedas, confiriéndole a todo el conjunto gran luminosidad.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/238658/restauracion-conjunto-monumental-compania-de-maria