Hacia delante

Hoy comienza la recta final hacia las municipales

Adriana Valverde
09:00 • 25 jun. 2022

Terminado el recuento de las elecciones autonómicas en Andalucía llega el momento de analizar los resultados y actuar con coherencia ante los mismos: los andaluces han hablado a través de las urnas y toca ahora realizar una revisión profunda de los datos. Es el momento de agradecer a los votantes el apoyo mostrado y a los simpatizantes los gestos de cariño que nos han expresado en nuestra campaña. Un abrazo muy especial a los militantes del PSOE, que han puesto su trabajo, ilusión y todo su tiempo a disposición del partido para llevar nuestro mensaje a todos los rincones de la ciudad y garantizar la transparencia de nuestro sistema democrático. 



Pasada también la ola electoral se despeja un nuevo horizonte, el de las elecciones municipales de 2023, para las que apenas queda un año y que parten con la duda de si el actual alcalde de Almería, del Partido Popular, seguirá al frente de nuestro Ayuntamiento o dará la espantada, como su predecesor, atendiendo a los cantos de sirena que cada vez se escuchan  con más fuerza desde el sevillano palacio de San Telmo.



Tanto si esta hipótesis se confirma como si no, lo cierto es que hoy comienza la recta final hacia las municipales y que los almerienses tienen ante sí la tarea de despejar la espuma para ver los desechos que estos 20 años de la política del parcheo del Partido Popular dejan sobre la arena política de nuestra ciudad. Porque por debajo de esa Almería que tanto le sonríe al alcalde, existe la Almería real que viven los almerienses con muchas dificultades, a causa de la pésima gestión  que han ido acumulando los distintos alcaldes del PP a lo largo de estos años. Y como muestra un botón: un equipo de gobierno que acumula en pago por sentencias que condenan su gestión 75 millones y que ha acabado el año con 31 millones de dinero sin gastar, como ha ocurrido en Almería, mientras hay problemas acuciantes que resolver. Esto es una flagrante irresponsabilidad y dejación de funciones.



Uno de los principales problemas que el Partido Popular no ha querido resolver en este tiempo es el del desempleo. En nuestra ciudad hay barrios donde el paro alcanza cifras escandalosas, donde el abandono escolar es el pan nuestro de cada día y donde la infravivienda constituye un problema de insalubridad insoportable. El alcalde debería explicar cómo piensa resolver esta situación. Hasta ahora su política ha sido la de cruzarse de brazos, cerrar los ojos y pensar que nada de ello existe. No en vano, este alcalde pasará a la historia del despropósito por haber sido capaz de devolver fondos para la puesta en marcha de planes de empleo con la excusa de no haber encontrado en quien emplearlos. Más de 3 millones de euros que habrían servido para dar consuelo a muchas familias que sufren el desempleo de forma dramática. 



Tampoco el Partido Popular ha sabido resolver un problema que cada día alcanza nuevas dimensiones, como es el de la suciedad en nuestras calles y plazas. No es posible entender que un Ayuntamiento que gasta tanto en limpieza tenga la ciudad en semejante estado de abandono. Es importante apuntar que este año los almerienses vamos a pagar a la empresa concesionaria del servicio de limpieza la friolera de 16’1 millones de euros, por un trabajo a todas luces insuficiente y mal ejecutado. No hay barrio que escape a esta estela de suciedad que lo impregna todo. Asistimos con espanto a la situación de barrios como el Barranco del Caballar, El Puche o Los Almendros, pero comprobamos que este abandono ha llegado incluso al centro de la ciudad, como por ejemplo, la Rambla de Belén,  donde no hay un palmo de suelo que se salve. Ello por no hablar del deterioro del arbolado y las zonas verdes, en cuyo servicio vamos a gastar 8,2 millones este año o del mal estado y suciedad de los contenedores de basura, un servicio que nos va a costar 9 millones de euros.



Esa Almería que no sonríe sufre también los engaños del PP, que utiliza las grandes actuaciones que la ciudad necesita como histórico campo de batalla electoral contra el PSOE. Las obras del Ayuntamiento, el soterramiento, el proyecto Puerto-Ciudad o el Plan General de Ordenación Urbana componen un panorama de enredos que en nada contribuyen a que Almería se convierta en esa ciudad moderna y dinámica que todos deseamos para impulsar nuestra economía y generar oportunidades que desarrollen empleo y bienestar. El hedor de la desembocadura de la Rambla ilustra perfectamente esta táctica del PP de echar balones fuera, aunque a la postre caigan en su propia cara por la imagen de la ciudad que ofrecemos a quienes nos visitan. 



Queda un año para que los almerienses con la mano en el corazón y con cabeza fría reflexionen sobre lo que más les interesa para sus familias, para sus barrios, para su sociedad. Y aquí tienen el respaldo de un partido, el PSOE, que conoce los problemas y también las soluciones. Sabemos que es difícil luchar contra el oropel de los eslóganes publicitarios, pero la realidad es tozuda y lo que los almerienses vemos a diario acabará imponiéndose, por encima de esa ciudad de colores que el Partido Popular se empeña en pintar. 





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