La vida finaliza donde comienza

Es muy impresionante la adaptación de esta tragedia de Sófocles, Edipo Rey de Pasolini

Beatriz Torres
09:00 • 04 ago. 2022

Cada día me resulta más difícil que la música en vivo me conmueva. Sin embargo, a veces, ver un vídeo musical en el móvil me pone los pelos de punta. Cuando la música es en directo y puedo estar sentada para escuchar el concierto, mi máxima aspiración es cerrar los ojos para que me penetre muy adentro, y que esa emoción se expanda por todo mi cuerpo hasta trascender de mí. 



Hay momentos en los que lo consigo, no muy frecuentes, pero ocurren. Este verano en el puente viejo de Antas se han sucedido dos conciertos dentro del festival del Argar Musical, los días 26 y 27 de julio, con dos mezzosopranos, Ana Häsler y Fernanda Pimenta, respectivamente. El evento constituyó todo un acontecimiento en el pueblo. Nunca habíamos vivido nada semejante, y en general lo disfrutamos. 



Me hubiera gustado que el escenario se hubiera situado de espaldas al puente nuevo y mirando al Argar iluminado, en vez de estar al revés, pero puede ser que en otra ocasión sea diferente. 



Dos noches después hubo un concierto de la banda en la Era y fue fantástico, empezó con un pasodoble torero y en un rato acabó con una rumba. Muy auténtico y bajo la premisa “menos es más”, porque nos supo a poco y siempre queremos más. Pero es mejor así que quedarnos empachados, sin poder asimilar todo lo que nos ofrecen. 



Ahora lo que me hace falta es ir al cine, a uno de verano; el gusto que da estar al aire libre, mirando otra historia diferente a la tuya, bajo el cielo estrellado y la esperanza de que corra una brisa placentera. Anoche estaba tan desesperada que me vino la idea de irme a la terraza municipal de Vera sin ver la cartelera, pusieran lo que pusieran, solo por el hecho de estar allí sentada con otros, contemplando juntos unas imágenes en una pantalla gigante. 



Pero tuve una visita que me sugirió ver Edipo Rey de Pasolini en la tele, y eso hice con el ventilador puesto. Es muy impresionante la adaptación de esta tragedia de Sófocles, el paisaje, los personajes. Me sorprendió gratamente encontrarme entre ellos al profeta Tiresias e incluso al mismísimo Pasolini



La profundidad de sus textos, cuánta verdad derraman. Logré quedarme con la última frase: “La vida finaliza donde comienza”.




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