OPINIÓN. Las ventanas de la vergüenza del Elías Ahuja

Supongo que las personas que lean esto estarán muy enteradas de lo sucedido en el Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid donde un grupo de residentes varones gritan “putas, conejas, ninfómanas” y otras lindezas, desde las ventanas del colegio a las chicas de la residencia femenina Santa Mónica, todo orquestado en un ritual tribal consentido. Un espectáculo bochornoso de humillación.

Quienes hemos oído y visto el vídeo no podemos más que sentir vergüenza por el grotesco y vergonzoso machismo que rezuman éstos cachorros, probables futuros dirigentes, jueces, banqueros, políticos o altos ejecutivos, Estos jóvenes a los que sus papas, adinerados llevan a este colegio para que se reconozcan entre sí y fomenten mutuas relaciones de amistad que serán convenientes a su futuro posicionamiento social.

Los papás contentos de pagar y tenerlos en una residencia de “solo chicos” sin que nada les falte, sin saber o sin que les preocupe si aprenden educación, decencia, empatía o integridad moral, Lo que se ha visto son otras artes: denigrar a las mujeres o a los que son, a su juicio, inferiores a su escala social. Se les ha visto en vídeos cantando consignas asquerosas y saludos nazis. Así se crían las manadas.

Lo más triste es ver que las chicas del colegio de “solo chicas” los justifican porque, “son juegos, nos llevamos bien”, claro, claro, no te vas a quejar, tu futuro marido está ahí gritando como un berraco. Si, es triste el machismo interiorizado, lo asumen, no lo ven. Y tristeza infinita dan los que justifican los abusos, las novatadas en base a la tradición.

Me pregunta un amigo, ¿qué hubiera ocurrido si en vez de en un colegio de élite hubiera sido en uno de “menores extranjeros no acompañados”.?  Pues lo mismo. con más escándalo, pero lo mismo. El problema no son los sujetos, es la estructura social patriarcal, que campa a sus anchas. Solo que a los “mimados” del Elías Ahuja se les supone educados y no.

¿Que gana la sociedad con tener colegios segregados por sexo? Si no se consintiera, al menos los “orcos” no gritarían a las chicas desde sus ventanas enfrentadas.