El hombre del tiempo

A esta hora, que puede ser cualquiera de las  24 que conforman el día, en numerosos   lugares del mundo hay quien permanece atento a la meteorología, más aún en  el medio rural, donde el hombre –y la mujer- del tiempo es una figura muy valorada. Todos somos esclavos de la meteorología, sobre todo quienes dependen de la información del tiempo para trabajar y planificar sus actividades. A esta hora, el hombre o la mujer responsables de la sección meteorológica de cualquier medio de comunicación  se encargan de predecir el tiempo meteorológico para que las personas sepan cómo prepararse para el día. El hombre – y la mujer- del tiempo deben estar al tanto de todos los cambios en la atmósfera y atender a los avisos de la meteorología. Además, deben estar preparados para prever cualquier cambio imprevisto. Por eso, esta figura es tan valorada e importante en el ámbito rural, como lo son el “fraile del tiempo”, el higrómetro inventado por Agapito Borrás –el más antiguo meteorólogo conocido-, y el “Zaragozano”, dos de los medios con mayor fiabilidad para las gentes del campo, junto a las cabañuelas.

Sin embargo, ni los conocidos meteorólogos que en la tele son y han sido, ni los enunciados medios son suficientes para satisfacer las ansias predictivas de los campesinos. A esta hora del febrero loco, a buen seguro que un insaciable pronosticador, de gorra con visera tocado, cigarrera en ristre y mirada imprecisa otea en mi pueblo los itinerarios de las nubes, la dirección del viento y los tonos coloristas del cielo. Y es que, desde aquel  primer hombre del tiempo de la tele nacional, no hay municipio, aldea ni villorrio que se precie que no cuente con su particular Mariano Medina, con su “Marianico”.  Ayer, Día Mundial de los hombres y mujeres del tiempo, me acordé de los populares: Eugenio Martín Rubio, Fernando Medina, Maldonado, etc,, y de los anónimos,  a quienes “Los Mismos” dedicaron en el mítico año 68 una popular melodía:” Les habla el hombre del tiempo/Tendremos chubasco y viento/En varias de las regiones/El cielo estará nublado/Y habrá nieve en las montañas/Algunos puertos cerrados/Y frío el resto de España..” Era la canción de los “Marianicos”.