Al catalanismo inculto no le gustan los andaluces

Confieso que a partir del minuto 3 ó 4 de la polémica burla sobre la Virgen del Rocío en el programa de la televisión pública catalana TV3 “Está passant”, mi cerebro se ha ido de paseo. “Error 404, not found”, como en informática. Desconecté: ni indignación, ni ofensa, ni rabia, y muchísimo menos, asombro. Solo aburrimiento.

El sentido del humor catalán (excepto genios que ya no están, como Eugenio) suele tirar a burdo, y además gusta de la escatología que es a menudo un recurso redundante en ese género, tanto entre humoristas como en la gente de a pie. La razón de mi inmunidad ante tal ejercicio de algo que pretende ser humor, o sátira, o no sé muy bien qué, puede que se deba a mis años viviendo en uno de lo que muchos catalanes denominan “territorio TV3”, haciendo alusión a las zonas de Cataluña donde más abundan los simpatizantes y practicantes del indenpendentismo catalán, en plena efervescencia del nacimiento de lo que desembocó en otro ejercicio de humor que sería el 1 de octubre. 

Durante esos años he experimentado, constatado y  vivido en primera persona lo que el universo andaluz representa para cierta clase de personas en la región catalana, y no es precisamente un sentimiento amigo. Este sketch contiene expresiones y términos con los que terminé familiarizándome, y un desdén en el trato que me resulta tan familiar que no araña ya mi indignación: “els andalusos” “los de allí abajo” “els espanyols” remarcando cada palabra para dejar bien claro que somos gente lejana y desconocida que nada tiene que ver con los catalanes. Quieren hacer ver en esos soporíferos nueve minutos televisivos que el universo religioso andaluz y por extensión español, que atrae a millones de personas a nuestro país como fenómeno sociológico y cultural único en el mundo, les es desconocido, cuando muy probablemente sus vecinos, amigos, profesores, compañeros, incluso alguna parte de la familia procederán  de Andalucía. Lástima que esa televisión pública, que pagan también los impuestos de esos charnegos como ellos les llaman, no piense en ellos a la hora de elaborar contenidos. 

No en vano uno de los presentadores de este patético ejercicio televisivo en un programa que se supone se hace eco de la actualidad, afirmó en 2013 en una red social que “lo que necesita España para reaccionar es un devastador accidente aéreo en el que mueran de forma horrible todos los miembros de la Roja”. No es por hacer leña del árbol caído pero, ¿qué podemos esperar? Nada nuevo por tanto bajo el sol de la esencia catalanista más rancia y recalcitrante. Mucho me temo que no hay solución, cuando no hay voluntad de derribar fronteras, sino interés en construirlas.