Bromas de vírgenes y urnas

¿Dónde han quedado los solidarios “Je suis Charlie”? Aquellas viñetas sobre Mahoma eran tan ofensivas como la burla a la Virgen del Rocio perpetrada ahora en TV3. Y sin embargo, Moreno no tenía por qué haber salido como presidente a responder pues la democracia nació sobre los pilares de la libertad de expresión y la separación del Estado y la religión. Hemos entrado al trapo, aceptado la prueba del pañuelo del honor colectivo, al choque absurdo de sagradas tradiciones y de inexistentes identidades, es decir, hemos caído en la trampa del nacionalismo. Vuelven los rosarios de desagravio de una derecha que hasta hace dos días se reía de “los ofendiditos woke” que se sienten atacados por un morfema.

 Ocurrió en el Carnaval de Cádiz hace años, donde un fingido Puigdemont era guillotinado o aquí en Almería con ‘Los Sentenciaos’ y su Jesús crucificado de broma.  Programas del independentista Toni Soler como ‘Polonia’ no son de humor, a no ser que consideremos ‘El Judio Suss’ como una hilarante comedia de los años 40. Pero es triste que reaccionemos con más vigor a un chiste sin gracia que al goteo constante del mismo odio xenófobo suministrado en Cataluña por los socios de Sánchez. Es penoso que una gracieta indigne más que la limpieza lingüística propia de Karadzic que avanza sin obstáculos contra el español. O más que el fin de la sedición y el control de los jueces de cara a otro referéndum. Se volverá a armar la virgen o liar la de dios en Cataluña. Ya puede TV3 ir preparando a su Virgen Negreira y al Ecce Homo Junqueras, ya puede ir rescatando a la charanga del Tío Honorio con sus garrotes agitados al aire, que los españoles podremos ser tan graciosos como ellos en las urnas durante este año.