¡A la cazuela!

¡A la cazuela!

Jose Fernández
01:00 • 15 abr. 2012
El gran maestro del reporterismo que fue Ryszard Kapuscinski dejó escrito que para ejercer el periodismo, ante todo, “hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas.” Pues bien, si a mi natural bonhomía añadimos la indeclinable vocación de servicio público de esta columna, entenderán fácilmente que hoy les hable del valor gastronómico del pato, apreciada ave de la familia de las anátidas. ¿Cómo podemos aprovechar un pato adulto en la cocina? Hay recetas para todos los gustos, desde el típico pato a la naranja o el pato laqueado de inspiración china. En todo caso hay que dejar claro que la pechuga, o “magret” es la parte más apreciada y suele tomarse a la parilla, o bien ahumada. De esta forma y por su textura se llama jamón de pato y se consume como si tal fuese. Durante el despiece se obtiene un producto residual que es la parte pegada al hueso que separa las dos pechugas, que se llama solomillo y aunque es muy difícil de encontrar es probablemente el bocado más delicioso. Los muslos de pato se pueden cocinar en crudo, tal como haríamos con los de un pollo, o bien ya cocidos en su propia grasa. Esta presentación se conoce como “confit” y apenas necesita un golpe de horno para expulsar el exceso de grasa y que la piel quede crujiente. Todos los cocineros insisten en la importancia de dar a la carne de pato su punto justo, para poder apreciar mejor todos sus poderosos matices. Los amantes de los platos ligeros pueden aprovechar para descubrir las virtudes del pato en algunas ensaladas aderezadas con vinagre de módena y pequeñas tiras de pato pasadas ligeramente por la sartén. Son, como ven, sugerencias cargadas de esa bondad que el gran Kapuscinski recomendaba a los informadores para poder hacer de su vocación un verdadero servicio al ciudadano. Y es que la semana que viene el Ayuntamiento tiene previsto soltar un par de docenas de patos en el estanque del Parque del Andarax. En una ciudad en donde hasta el césped artificial es objeto de robo, no caben muchas dudas acerca del destino final de los simpáticos palmípedos. Pues eso. Que les aprovechen.






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