Fermín Bocos
20:41 • 17 abr. 2012
Frente a la arbitrariedad del Gobierno argentino, España tiene las manos atadas. Para hacer frente al expolio de las acciones de YPF, la parte mollar de REPSOL, apenas disponemos de otras armas que las retóricas y, en su caso, tribunales internacionales a cuyos arbitrajes Buenos Aires suele hacer oídos sordos. REPSOL es una más de las cerca de cuatrocientas empresas nacionales que operan en Argentina. Inversiones que, según algunos cálculos, pasan de los 20.000 millones de euros. Banca (Santander, BBVA), telecomunicaciones (Telefónica), seguros (Mapfre), cadenas hotelera (NH), constructoras etc. España es el primer inversor extranjero en un país gobernado por una casta de familias peronistas que cultivan la demagogia contra el sistema capitalista al tiempo que han hecho de la rapiña y la acumulación una de sus señas históricas de identidad. El expolio que ha sufrido REPSOL no ha sido resultado de un pronto de la presidenta. Es el resultado de un plan urdido con la finalidad de desestabilizar a la compañía para hacerse con ella a un precio irrisorio.
Las amenazas de expropiación de YPF habían conseguido que el valor se depreciara en la Bolsa, abaratamiento que hará que las eventuales indemnizaciones, lo sean a precios de saldo. Rapiñan la parte española (más del 50 por ciento) y dejan intacta la argentina del Grupo Petersen (familia Esquenazi). Brufau que llevaba meses oliéndose la tostada, hizo todo tipo de gestiones en Buenos Aires, soportando algún que otro desplante de la presidenta. Como el que tuvo que tragarse Felipe González cuando quiso entrevistarse con ella y la doña no se dignó. ¿Qué puede hacer el Gobierno de Rajoy? Poco. De Bruselas, tampoco podemos esperar gran cosa. Solo Brasil podría ayudarnos, pero los brasileños -que tienen mucha experiencia en el negocio del petróleo-, a lo mejor están pensando ya que alguien tendrá que explotar el gran yacimiento de Vaca Muerta. En cuestiones de negocios, no hay amigos, lo más a lo que se puede aspirar es a tener socios. Ya digo, en este asunto, España lucha con las manos atadas.
Las amenazas de expropiación de YPF habían conseguido que el valor se depreciara en la Bolsa, abaratamiento que hará que las eventuales indemnizaciones, lo sean a precios de saldo. Rapiñan la parte española (más del 50 por ciento) y dejan intacta la argentina del Grupo Petersen (familia Esquenazi). Brufau que llevaba meses oliéndose la tostada, hizo todo tipo de gestiones en Buenos Aires, soportando algún que otro desplante de la presidenta. Como el que tuvo que tragarse Felipe González cuando quiso entrevistarse con ella y la doña no se dignó. ¿Qué puede hacer el Gobierno de Rajoy? Poco. De Bruselas, tampoco podemos esperar gran cosa. Solo Brasil podría ayudarnos, pero los brasileños -que tienen mucha experiencia en el negocio del petróleo-, a lo mejor están pensando ya que alguien tendrá que explotar el gran yacimiento de Vaca Muerta. En cuestiones de negocios, no hay amigos, lo más a lo que se puede aspirar es a tener socios. Ya digo, en este asunto, España lucha con las manos atadas.
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