La importancia de apellidarse Hernando

Sin tiempo para analizar qué pasó en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, los partidos políticos ya están inmersos en eso que se hace llamar el proceso de elaboración de candidaturas para las elecciones generales del próximo 23 de julio.

El día 19 de junio expira el plazo para la presentación de las listas en la Junta Electoral de Almería y hasta ahora solo el PSOE ha hecho los deberes. Parecía más que claro que se iba a apostar por Antonio Hernando, uno de los hombres más cercanos al presidente Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa, como cabeza de lista al Congreso. No. Antonio Hernando no es un cunero en Almería. Tiene casa en Roquetas de Mar pero trabaja en Madrid. Lo mismo le ocurre a otro Hernando, Rafael, que lleva ya unos cuantos años siendo parlamentario nacional del Partido Popular por esta circunscripción electoral.

Hubo un tiempo en el que en el Congreso de los Diputados los portavoces parlamentarios de PSOE y PP compartían el mismo apellido, Hernando. Muchos fuimos los almerienses que presumíamos entonces del poder de esta provincia en las altas esferas del Estado porque, insisto, a ambos, a Antonio y Rafael Hernando, se les puede considerar ya como políticos de esta tierra.

Es probable que esta opinión no sea compartida a pies juntillas. En política también existe el nacionalismo provincial, ese que critica que desde Madrid o Sevilla impongan candidatos en circunscripciones electorales donde no nacieron. Muy cerca de aquí, en Granada, el PSOE hace frente a una rebelión interna porque a la exvicepresidenta, Carmen Calvo, la proponen como cabeza de cartel al Congreso en lugar de ir por su provincia, Córdoba, donde ya va un ministro, Luis Planas.

En Almería ya tuvimos la experiencia socialista con Cristina Narbona y no cosechó muchas amistades como diputada. En El Algarrobico deberían poner una placa con su nombre …