Me voy del ‘Celia Viñas’ después de tres cursos inolvidables con compañeros y alumnos extraordinarios. “Alumnado” estaría obligado a escribir –y quizás también “compañerazgo”- si esta columna no fuera un espacio de libertad sino un formulario del asfixiante sistema educativo. Así es hoy la burocracia pedagógica que desespera a los profesores con incontables informes en un lenguaje propio del mundo empresarial. Desde hace años, políticos y ‘expertos’ quieren que los profesores seamos gestores de productos: los alumnos. Y nos presionan con el porcentaje de suspensos como si no llegáramos al objetivo de ventas. Año tras año se añaden planes y protocolos de su mundo fantasioso, que hace tiempo confundió el derecho a la educación con el derecho a aprobar. El sistema educativo español se basa en la simulación, la irrealidad acientífica que la nueva ley Celaá ha venido a potenciar este curso con su taumatúrgica “enseñanza competencial”, la última jerga de unos charlatanes que han sabido engañar transversalmente para colarse en los despachos. Esta Lomloe es tan dañina como “la ley del solo sí es sí” y sin embargo, los periodistas no han puesto tanto empeño en informar de sus consecuencias desastrosas para la sociedad.
Nada que ver con Celia Viñas y Juan Carrión, los geniales profesores que hoy abominarían de este engranaje pedagógico burocrático. Sembraron e inspiraron a cientos de personas porque para ellos la enseñanza era un milagro diario en el aula, alejado de la irreal planificación que exige hoy la inspección. Para ellos, enseñar tiene rostro, es esfuerzo, conocimiento, una mirada, una sonrisa o una regañina, es improvisación, duda, ensayo y error, respeto…sobre todo respeto, entre profesor y alumno, entre lo antiguo heredado y lo nuevo por llegar. Tuve el honor de que Paco Galera, el mayor divulgador de la señorita Celia, me visitara y espero volver con él algún día a mi instituto para reinaugurar una ubicación más visible del busto de Celia Viñas, a la entrada, para que así nos recuerde a diario que la enseñanza no es lo de la Ley Celaá.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/259127/celia-juan-y-la-danina-ley-celaa