Kayros
20:22 • 24 abr. 2012
Es imposible saber algo de cómo va la crisis atendiendo a las réplicas y contrarréplicas de los partidos políticos. Los unos porque lo heredaron y los otros porque lo perdieron, la verdad hay que buscarla en otra parte. La crisis hoy se llama Europa y tal vez no sea necesario hablar de suicidio, como hace Paul Krugman. Ya sospechará el PP que todo este embrollo planetario no lo pudo inventar Zapatero ni en sus momentos más geniales; es el sistema el que hace aguas por todas partes, y a tenor de las ultimas noticias, ni siquiera las reformas son hoy mano de santo para la avaricia sin límites de los mercados. En Italia la intelectualidad desconfía de los fármacos tecnócratas de Monti. En Holanda la crisis se lleva por delante al gobierno. La experiencia electoral de Francia puede entregar el poder a un socialista dejando en la sombra a Sarkozy, uno de los firmes puntales de la solución posible desde la óptica conservadora. La economía española se parece a aquellos trenes del Oeste que había que alimentar con la madera de los vagones. Al acercarse a la estación, o a la salida del túnel, puede que ya no quede ni máquina. Entramos en recesión de nuevo. Sube al paro en cifras mareantes. Sube la prima de riesgo y se aleja la confianza en el PP después de haberse promocionado como la gran panacea. Cito a un Premio Nobel: "España es hoy el epicentro de la crisis. Ya no se puede hablar de recesión. España se encuentra en una depresión en toda regla con un 24% de desempleo y con una de paro juvenil de más del 50%. Esto no puede seguir así". Bien pueden someternos a fuertes curas de austeridad, el crecimiento no llega, y de poco vale mirar por el retrovisor. Por favor, acaben ya con la herencia recibida, porque si nos ponemos a hablar de herencias habría que ir más lejos.
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