Astronomía básica para Rubiales

Con la caída de Rubiales, la llegada de la India al polo sur lunar, y la Superluna azul que brillará en el cielo esta semana, tengo un lío en la cabeza. No soy capaz de separar una cosa de otra, y cuando hablo de astronomía me aparece Rubiales, y viceversa. 

Sé que no es preocupante, que acostumbramos a mezclar temas y a reírnos de todo, pero como son materias delicadas los que se derivan del beso, las declaraciones y los gestos del tocapelotas confeso y arrepentido, he decidido elaborar una guía básica sobre conceptos astronómicos que Rubi debería conocer. Ahí van algunos ejemplos. 

La Luna se formó por el choque de un cuerpo celeste con la Tierra, creando un cinturón de gases, polvo y rocas, que se fusionaron para crear nuestro satélite. El choque, en este caso, no fue el beso, sino el momento que llegó a la Federación, comprando voluntades, estafando a la arquitecta de su casa, con decisiones déspotas y machistas que marcaron nuestro devenir en el campo, grabando al que lo llamaba para chantajearlo después, o con negocios turbios para llevar la Supercopa a Arabia.

En estos momentos está descubriendo que solo es un insignificante grano de arena en el espacio, que mientras cruzaba la atmósfera brillaba como una estrella, pero solo fue el fugaz brillo de su desintegración. Las estrellas, que tienen luz propia, generan la vida, el calor y las victorias, son ellas, las jugadoras. 

Ha provocado una supernova que ha abierto un agujero negro. Confío que no solo se lo trague a él, sino que también haga desaparecer a toda la basura espacial que le rodea, al entrenador repudiado por sus jugadoras y su equipo técnico, a los que le acusan con la boca pequeña, a los del silencio cobarde, a los que se ponen de puntillas para que no le salPique, a los que lo utilizan de estandarte para defender sus causas políticas, a los que no tienen el valor para decirle lo que todas las jugadoras le gritan, ¡se acabó!