No siempre es fácil introducir la luz natural en los edificios agroindustriales. Lo saben bien sus gestores que lidian día a día con la búsqueda de una mayor satisfacción de las personas y con el menor perjuicio para sus productos. Veamos, no obstante, la importancia de la presencia de la luz natural en los espacios agroindustriales y algunas de sus consecuencias.
Aunque la luz solar es necesaria para el ser humano hay sectores donde puede ser perjudicial como en los museos o en las zonas de manipulación de productos hortofrutícolas. En este último caso la experiencia y algunos estudios indican que la luz solar acelera la degradación de las frutas y hortalizas una vez cortadas. Esta circunstancia lleva a muchas instalaciones agroindustriales a no disponer de la luz natural suficiente lo que disminuye la sensación de bienestar de las personas tan necesaria para un óptimo desempeño.
Es de general conocimiento y también se ha comprobado con diferentes investigaciones que la falta de exposición a la luz solar altera los biorritmos de las personas. Una manifestación común de lo anterior surge cuando llegan los meses de otoño e invierno y, coincidiendo con una menor luz natural, se produce una mayor tendencia a la aparición de síntomas de depresión o bajos estados de ánimo. Esto es algo que todos intuimos pero que los italianos Nicola Magnavita y Sergio Garbarino han acreditado con una investigación realizada donde se han concluido que los trabajadores cuyos puestos estaban cerca de ventanas tenían un 173% más de exposición a la luz y dormían una media de 46 minutos más por la noche.
Estado de ánimo Está demostrado también que la luz solar estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo que nos hace sentir mejor. En un estudio del Instituto de la Salud de Irlanda se demuestra también que la luz solar mejora el rendimiento de los alumnos en los colegios y en los hospitales los pacientes se recuperan hasta en un 12% menos de tiempo.
En otro estudio en el Reino Unido se instalaron luces diferentes en dos plantas de oficinas de una misma empresa. En una de ellas se mantuvieron tubos fluorescentes tradicionales y en otra se instalaron luces enriquecidas con espectro azul, más similar a la luz del sol. Un mes después, los que habían recibido la luz enriquecida mostraron mayor productividad, además de mostrar mejor humor, menos fatiga y mejor descanso nocturno.
Sector agroindustrial Sin duda la luz natural es un factor determinante en el desempeño y en la productividad de las personas en general. Pero es especialmente relevante en los trabajadores del sector agroindustrial como consecuencia de las propias características de los espacios agroindustriales como indicábamos anteriormente con las frutas y hortalizas o por la propia disposición de las oficinas que, en muchos casos, se encuentran dentro de espacios cerrados o en el interior de las propias naves de manipulación sin luz natural y sin vistas.
En definitiva, la luz solar es necesaria para mejorar la salud de las personas y, consecuentemente, para aumentar su desempeño y productividad. Por tanto, debemos adecuar las instalaciones agroindustriales para que las personas estén expuestas a la iluminación solar adecuada de forma indirecta, filtrada, tamizada, que contribuya a su salud y no afecte a la durabilidad de las frutas y hortalizas. La solución es la adopción de diseños específicos para las características de cada organización, bien pensados y ejecutados que ajusten el tipo de luz adecuado para cada espacio. Luz húmeda, seca, brillante o translúcida son algunos de los tipos de luz que podemos considerar para los espacios agroindustriales.
* José Ángel Ferrer.
Dr. Arquitecto.
Experto responsable de iluminación natural en BREEAM España de 2012 a 2018.
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