Kayros
19:44 • 02 may. 2012
Como si fuera un emigrante en busca de esperanza de vida, el gran dinero se marcha fuera de España. Los diarios dan la noticia en medio de un panorama espantoso de manifestaciones contra la ley laboral. La gente normalita, que no acaba de entender la nueva política del PP, sale a la calle y protesta. No le gusta el cariz que están tomando las cosas. El capital siempre tímido y receloso. ¿Qué más puede hacer la derecha para que el dinero no sufra? Rajoy ha ido arbitrando reformas que van desde el despido libre al perdón fiscal de los defraudadores. Se cambió la Constitución para no salirse de la estabilidad presupuestaria. A las autonomías se les acaba de atar en corto para que no haya más corrupción y alegres despilfarros. El empresario o emprendedor tiene ya patente de corso para admitir y despedir. Oye, pues ni por esas. El capital está triste. ¿Qué tendrá el capital que prefiere largarse de este país apestado? A ver si va a tener razón el Nobel Paul Krugman. La política de la austeridad y el ajuste es un disparate económico. Los hachazos de Rajoy, tan alabados por Alemania, conducen a la destrucción. Los organismos internacionales no se fían de España y por ello l28.000 millones han tomado las de Villadiego. No tiene uno ningún interés en recrearse dando noticias malas, pero cuando son los grandes capitales los que no se sienten a gusto entre nosotros, ¿hablo de Mourinhno? ¿Hablo de ese americano que quiere instalar la réplica de las Vegas entre Madrid y Barcelona y está exigiendo facilidades? Los analistas tampoco se muestran demasiado esperanzados con el cumplimiento del déficit y si caen las últimas posibilidades de inversión, los parados tendrán trabajo allá para cuado estén a punto de jubilarse, que digo jubilarse, morirse.
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