Gentileza necesaria

La observación de nuestro entorno es un sano ejercicio que cualquier hijo de vecino debería practicar. Constataría que habitamos un mundo de ruido, fronteras y cristal, y que nos ha tocado un mundo cada vez más individualista y competitivo, y una sociedad que ha perdido muchas cualidades, entre otras la gentileza, que hoy en día es casi un acto revolucionario. En la sociedad actual, la gentileza parece haber quedado en segundo plano.

Nos hemos acostumbrado a ser rápidos, eficientes y directos, sin detenernos a pensar en el impacto que nuestras acciones pueden tener en los demás. Sin embargo, la gentileza es una cualidad que deberíamos recuperar y cultivar en todas nuestras relaciones sociales. Ser gentil nos ayuda a construir puentes en lugar de muros, a crear comunidades más fuertes y solidarias, y a sobrevivir como especie.

La gentileza  es una cualidad esencial para el bienestar de la sociedad en su conjunto. Ser gentil no significa ser débil o sumiso, sino todo lo contrario. La gentileza es una muestra de respeto, empatía y consideración hacia los demás. Ser gentil implica escuchar con atención, ser amable y cortés, y ofrecer ayuda desinteresada cuando alguien la necesita. La gentileza nos humaniza, nos conecta con los demás y nos hace mejores personas.

Pero la importancia de la gentileza va más allá de las relaciones personales. Ser gentil es bueno para nuestra salud física y emocional. Está comprobado que las personas amables y compasivas tienen menos estrés, ansiedad y depresión, y disfrutan de una mejor calidad de vida. Además, la gentileza es contagiosa: cuando somos gentiles con los demás, fomentamos un ambiente positivo y propiciamos que otros también lo sean. Por eso, es hora de recuperar la gentileza.

Es hora de recordar que ser amable y considerado con los demás no es una debilidad, sino una fortaleza. Es hora de practicar la gentileza en todas nuestras interacciones, grandes y pequeñas, y de sembrar semillas de compasión y empatía en nuestro entorno. Gentileza para con nosotros, para con los demás., para con todo lo que nos rodea. Porque al final del día, la gentileza es lo que nos hace verdaderamente humanos.