AVE, imparable

La llegada a Almería de la Alta Velocidad es ya innegable. La semana pasada asistimos al desmontaje de la añorada por algunos pasarela de RENFE, en pocos días comenzarán los trabajos para construir la estación de autobuses provisional hasta que se levante la nueva y definitiva Intermodal, y al finalizar la Navidad veremos desaparecer el puente de Los Molinos. Se siguen contratando los trabajos para electrificar la línea AVE, se están redactando ya los proyectos para tender las vías y el soterramiento de Lorca sigue su ritmo. Esperemos que la Junta de Andalucía cumpla su parte y que la conexión hacia el puerto seco de Níjar encuentre acomodo en sus presupuestos para 2024.

Apenas quedan tres años para que esta magnifica obra, impulsada por el Gobierno de España y subvencionada en buena parte por la UE a través de los fondos Next Generation, culmine, y con ella la mayor inversión de la historia en las comunicaciones de nuestra provincia: más de 3.500 millones de euros. 

Estamos ante una colosal infraestructura que transformará nuestra ciudad, no sólo desde el punto de vista urbanístico, sino también económico y social, ya que supondrá conectarnos a través de un medio rápido, cómodo y sostenible con las ciudades del arco mediterráneo español y con las redes ferroviarias europeas, y multiplicar así el progreso y las oportunidades para Almería en términos de logística, desarrollo socioeconómico y, por supuesto, de empleo. 

La realidad se impone y frente a quienes realizaron como máxima contribución al AVE el tapiado de los túneles en Sorbas, el desvío de la financiación a Galicia o la protesta ante las autoridades europeas sobre el supuesto mal uso que el Gobierno de España daría a los fondos Next Generation, para generaciones venideras quedará el esfuerzo de quienes apostaron por esta infraestructura, contra viento y marea. Le pese a quien le pese, el AVE es ya una realidad en nuestra ciudad y ello gracias al sólido compromiso del Gobierno progresista de Pedro Sánchez con Almería.