Punta Entinas, la costa pirata

Las limpiezas de playas dan para mucho, no solo para retirar 600 kilos de basuras con 100 voluntarios. Se habla, por ejemplo, de cambio climático, regresión de la costa, inacción política, espacios naturales desprotegidos, ineficacia de los sistemas de gestión, responsabilidad personal e incluso, de cómo evolucionan los piratas.

Si buscas tranquilidad, un entorno privilegiado y aguas cristalinas gracias a la Posidonia, las playas de Punta Entinas son las mejores. El problema es que también lo saben los piratas, y aprovechan la escasez de vigilancia para pertrechar sus fechorías. Nada tienen que envidiar al sordo de Berja o a los Barbarroja, pero más que para secuestrar, pedir rescate, o robar la sal, desembarcan migrantes y drogas.

En estas playas, que nadie limpia, encontrarás las habituales basuras urbanas (envases, colillas, y toallitas que tiran en el WC), las que dejan los pescadores de caña, o los furtivos de las nasas; las que provienen de la agricultura intensiva desde las ramblas; las que generan las embarcaciones que surcan la zona; y las derivadas de las actividades mafiosas: bidones de gasoil para repostar sus veloces lanchas tras descargar los alijos y las ropas mojadas de los migrantes, que abandonan antes de correr hacia la libertad.

Hace una semana detuvieron al Bubu, líder de la mayor banda criminal que operaba en Alborán, y a treinta compinches en varias provincias. Su éxito fue reorganizar y darle un nuevo giro al negocio desde la cárcel, las lanchas, además de para el narcotráfico, desembarcan migrantes. 

El éxito de la Guardia Civil prometía meses de tranquilidad, pero hace unos días cuatro narcolanchas desembarcaban a 85 personas, una moría, en Adra, y se sucedía una nueva persecución a una gasolinera flotante. 

Escenas repetidas y asociadas a menudo, que convierten nuestra provincia, y las playas de Punta Entinas, con permiso del Padre Tapia, en la nueva costa de los piratas.