Eirene

En la Grecia antigua, la paz se escribe y se palpa con carácter femenino. Y es que la mitología griega toma como diosa de la paz a Eirene, hermana de Dike (Justicia) y Eunomía (Buen gobierno), con quienes formaban las tres “Horas”, teniendo como tarea la justicia y la paz social. Pero fue el escritor de comedia, Aristófanes, quien le dió de nuevo en la Atenas democrática (siglo V a.c.) un impulso a esta deidad, introduciendo conexiones entre mujeres y paz, una aspiración de los campesinos. Aristófanes presenta en sus obras a Eirene como mujer antibelicista, bálsamo en las relaciones humanas, estando Atenas inmersa en la guerra del Peloponeso.

Es curioso, alguien como el presidente Sánchez, indudable feminista, está poniendo grandes esfuerzos en la lucha por la paz, no solo por la social de la que velaban las “Horas”, con la subida del SMI y las pensiones, el ingreso mínimo vital o la creación de empleo, también por conseguir un Mundo más solidario y minimizar conflictos. 

Su última aportación ha sido el no retirar el apoyo de España a la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que atiende necesidades sanitarias, de emergencia y educativas que necesitan más de 2 millones de personas. Porque Sánchez ha antepuesto la solidaridad con quienes sufren la barbarie de una guerra, a las presiones por supuestas colaboraciones con Hamás de personas puntuales que trabajaron para la Agencia.

Pero hoy, el equilibrio de las tres Horas de la mitología griega está algo comprometido, es complicado conciliar la Justicia, el Buen gobierno y la Paz para conseguir lo que decía el gran pensador griego Aristóteles, “No es suficiente ganar la guerra, más importante es asegurar la paz”