El Ave Fénix en Punta Entinas

Bajo el lema “Protege los insectos, protege las aves” celebramos el Día Mundial de las Aves Migratorias  y lo hacemos con un proyecto que nace con dos ramificaciones, y confiamos que salgan muchas más. 

A raíz de encontrar la anilla P09407 de un joven flamenco que apenas vivió un año, retomé un viejo proyecto. Así son las ideas, unas florecen al plantarlas, otras necesitan tiempo para germinar, y por experiencia, lo hacen en el momento adecuado.

El objetivo es hacer del flamenco común un atractivo turístico para seguir poniendo en valor Punta Entinas Sabinar y los humedales almerienses. La majestuosidad de esta especie lo consigue por sí sola, pero a veces hay que celebrar lo evidente para que lo fantástico no se convierta en vulgar. 

Cada año, por estas fechas, si las lluvias han sido suficientes, la Laguna, somera, salobre y temporal de Fuente de Piedra, en Málaga, acoge flamencos llegados de varios lugares de Europa, África y Asía para reproducirse.

Se cortejan, aparean, construyen nidos donde alimentarán a los pollos con leche de buche, y los adultos viajarán para comer a humedales en un radio de 200 km, mientras sus crías quedan en ordenadas guarderías. Un mes después se anillarán el 10 %, y a principios de otoño, capaces ya de volar, migrarán.

El proyecto de ciencia ciudadana consiste en crear una Red de Observadores de Flamencos para buscar los anillados y contribuir a los estudios científicos para los que se marcan. No veremos muchas, pero lo importante es pasear fijando nuestra atención en un objetivo, que sabemos se diluirá cuando se cuelen otras especies delante del catalejo, o el brillo de las jarillas por el rabillo del ojo, o lleguen los olores de las sabinas del bosque.

Se presentará a finales de mes y empezaremos los paseos para aprender a mirar, comprender y amar Punta Entinas. Estás invitado. Lo bonito es que ha tomado forma gracias al apoyo de la Cooperativa Eurosol, que ha entendido lo que significa la Responsabilidad Social Corporativa. Otras empresas confunden la velocidad con el tocino, organizando cosas inconexas con el único objetivo de la foto publicitaria.

Pero antes, se celebrará, a modo de prueba piloto, la Semana Cultural del CEIP de San Agustín, donde mezclaremos esta preciosa ave con el arte del flamenco. Diferentes actividades enseñarán a los niños las características de la especie, los palos flamencos y Punta Entinas Sabinar, la joya junto a la que viven. El objetivo es convertir esta celebración en un gran festival anual donde participe todo el pueblo, para atraer visitantes, embellecer sus calles con blanco, rosa y negro, y guitarras flamencas, y convertir esta pedanía en guardiana del Espacio Protegido y sus flamencos.

Una idea ambiciosa que se va moldeando gracias a la implicación de la Mesa Comunitaria de San Agustín, donde diferentes entidades sociales, se han puesto manos a la obra para crear una herramienta de futuro, que mezcle arte y naturaleza, patrimonio cultural y ambiental, y sea seña de identidad y orgullo para sus vecinos, que demuestre que juntos somos más fuertes.

El nombre del ave procede de la palabra flama, llama, que es lo que parece en vuelo. La tradición judía los considera el ave del paraíso que resistió la tentación y vivió eternamente. En Egipto y Grecia, lo consideraban un animal mágico, el Ave Fénix, que se quemaba así mismo y renacía de sus cenizas. Los romanos de Murgi, mientras fondeaban en la Punta de las Entinas, elaboraban garum, púrpura, y recolectaban plantas, los cazaban para paladear su lengua.

A ver si estas ideas, como el Ave Fénix, se perpetúan y resurgen cada año, más fuertes, de sus cenizas.