Antes del verano, el PITA experimentará un importante crecimiento, con la apertura de la Ciudad Financiera de Cajamar, lo que se traducirá en la entrada y salida en horas punta de casi 6.000 trabajadores, con sus correspondientes coches. Este hecho parece haber pasado desapercibido para la alcaldesa de Almería, que no ha previsto un servicio público de transporte para evitar los gigantescos atascos que ya se vienen produciendo y que, sin duda, van a aumentar.
La última contribución del PP a la mejora del tráfico en Almería se limita a la presentación de una nueva aplicación, la Almería Smart Mobility para consultar dónde hay plazas de aparcamiento libres, con objeto de facilitar la entrada de más coches al centro de la ciudad. Mientras el resto de ciudades europeas y también de nuestro entorno limitan el tráfico en áreas saturadas, en Almería nuestra zona de bajas emisiones se ha ubicado en el casco antiguo y no en carretera de Ronda, Parque Nicolás Salmerón o la Rambla, donde verdaderamente se necesita. El mundo al revés.
Indigna comprobar de qué forma el PP ha desperdiciado los fondos Next Generation de la UE, que habrían permitido trasformar Almería y convertirla en una ciudad del siglo XXI, con calles ganadas para el peatón, con transportes públicos ágiles y efectivos, aparcamientos disuasorios, carriles bicis amables y más zonas verdes. Han gastado lo mínimo en parchear algunos tramos de carril bici y ni siquiera existe en Almería una empresa de alquiler de bicicletas.
El modelo de ciudad del PP ha quedado obsoleto y sólo vemos acciones inconexas, que apenas le sirven a la alcaldesa para ganar fotos y titulares. Alcalde, tras alcalde, cada cual con su plan estratégico nunca cumplido, desde hace más de 20 años, la ciudad ha ido perdiendo capitalidad y sus efectos los vemos cada día en nuestras calles, con comercios cerrados, atascos insoportables y un Centro Histórico abandonado a su suerte.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/274034/movilidad-imposible