Sobre una mesa, en el interior del restaurante de La Isleta del Moro (ya inmortalizado para el cine en ‘El pájaro de la felicidad’, de Pilar Miró), descansa un ejemplar de un guión junto a una pipa.
“‘Nos vamos mañana’, dice María. / Óscar tarda un poco en reaccionar: ‘¿Por qué tan pronto?’./ ‘Jean tiene que trabajar’”.
Se trata de un fragmento del texto correspondiente a la secuencia de ‘La mitad de Óscar’ que se filmó ayer en este núcleo de pescadores del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Y si el guión esconde la esencia de la película, la pipa guarda la de su autor, el cineasta Manuel Martín Cuenca, que salda así su cuenta pendiente de rodar un largometraje de forma íntegra en Almería, su tierra.
En el exterior, el equipo de la película se concentra en torno a una mesa. “¡Silencio!”, ordenan a los curiosos. Y la claqueta marca el inicio de una acción que sienta a la mesa a los protagonistas. Rodrigo Sáenz de Heredia da vida a Óscar, un joven introvertido que dice más por lo que calla que por lo que habla. Comparte mantel con su hermana en la ficción, María, interpretada por Verónica Echegui (‘Yo soy la Juani’), y el marido de ésta, el actor francés Dennis Deyrie. “Conforme avanzamos en el rodaje, vamos omitiendo algunas frases del diálogo; la mirada de los actores lo dice todo”, comenta Martín Cuenca. De fondo, media decena de improvisados figurantes almerienses hacen como que degustan - simplemente degustan en algunos casos- una paella y una fritura de pescado, especialidades de la casa. Sólo el romper de las olas rompe el silencio.
Al otro lado del eje imaginario que separa lo que ve el espectador de lo que no, una pareja de guiris toma un vino tinto sin perder detalle del rodaje. Junto a ellos, un grupo de albañiles interrumpe su menú diario. Uno se dispone a sacar un paquete de tabaco de la máquina expendedora cuando la directora artística le llama la atención: “Cuidado con el ruido de las monedas”. El silencio de los gatos hambrientos que maullan alrededor le ha salido caro: lo compra a costa de pescado recién hecho.
Una dura jornada
La Isleta del Moro supuso la segunda localización del sexto día de rodaje de ‘La mitad de Óscar’. Previamente, el cementerio de la barriada de Cabo de Gata sirvió de escenario a la tercera película de ficción de Martín Cuenca tras ‘La flaqueza del bolchevique’ y ‘Malas temporadas’. Precisamente en el camposanto, durante el entierro del abuelo de ambos, se produce el reencuentro entre Óscar y María, lo que desencadenará los acontecimientos. Una tercera escena en una carretera del Par que Natural completó la jornada de filmación, a la que aún le quedan tres duras semanas en localizaciones de la capital y pueblos del interior de la provincia. “Escribimos esta historia pensando en Almería”, confesó el director.
El diario de rodaje de ‘La mitad de Óscar’ ya incluye más de una anécdota. Por ejemplo, la cara que se le quedó al equipo cuando llegó a las Salinas de Cabo de Gata, donde el protagonista trabaja como vigilante de seguridad, y apenas quedaba sal por el aumento de la demanda desde el norte de Europa debido al temporal. Y otra acontecida ayer: cuando la subida del oleaje amenazaba con mojar la cámara 35 milímetros y la acción se tuvo que situar dos mesas hacia el interior de la terraza.
Producida por La Loma Blanca Producciones Cinematográficas con la coproducción de 14 Pies Audiovisual y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAI), la película cuenta con la aportación de la Diputación de Almería, el Patronato de Turismo y el Ayuntamiento de la capital.
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