Recitar en La Guajira

Le regalé un ejemplar de mi primer libro de poesía a una compañera del trabajo, y ese hecho me hizo releerlo y entusiasmarme de nuevo con unos poemas escritos en la última década del siglo XX. 

Qué ganas tenía de recitarlos. Como soy asidua de La Guajira, la asociación cultural más guay de Almería, recibo por email sus programaciones semanales y el sábado pasado vi que había una jam poética, así que me subí en la Era en el autobús que va directo a Almería y antes de las siete de la tarde estaba allí en la terraza esperando que el acto comenzara. 

Al estar mi libro dividido en cuatro partes, me había hecho a la idea de recitar la primera y en sucesivos encuentros ir recitando las demás. También deseaba leer la cita inicial del libro, que es de Pessoa, y el prólogo, que es mío, pero al comentárselo a la coordinadora me sugirió que no leyera más de tres poemas o uno de cada parte, aun siendo cortos. 

Como no estaba preparada para elegir de esa manera, decidí leer cuatro, por ser esas las partes del libro, pero todos de la última parte, es decir, de la que fue concebida conscientemente para crear un poemario. 

El primero fue “Mi carrera no es política”, le siguió “Esta tarde no voy al cine”, después “Encontré un lugar en el Parque de Esculturas” y por último “¿Te acuerdas de aquel rincón/ que era tu habitación?”

Me hubiera gustado seguir, pero ni el espacio ni el tiempo eran solo para mí. Así que tuve que reprimir mis deseos y volver a sentarme. 

De esta experiencia puedo destacar una hermosa coincidencia, y es que yo no quería que me aplaudiesen después de cada poema, pero no dije nada y, sin embargo, nadie interrumpió mi recital hasta que acabé con un guiño al lugar donde nos encontrábamos: “Me ocurre lo mismo ahora/ desde la cueva al jardín, / blanca la ventana”.