Iberia, desde los tiempos de Matusalén, obliga a los almerienses a que un viaje a Madrid se convierta en un proyecto de vida: Iberia, la compañía de bandera española desde 1927, controlada por el emirato de Catar, fuerza a los almerienses a que se planteen un viaje a Madrid con la antelación del que va de safari a Kenia a ver guepardos con los prismáticos. Si el billete al Adolfo Suárez-Barajas no se obtiene con un mes de anticipo, el montante que hay que desembolsar equivale a una bici de carreras, a un colchón o a una tele de plasma. Almería recuperó un vuelo a la capital del reino hace unos meses, el de las 7 de la mañana, pero el precio que hay que pagar sigue despertando la cólera de Aquiles, el de los pies ligeros. Intentar discernir por qué un almeriense o un forastero que se embarque en El Alquián tiene que pagar más que un malagueño, más que un sevillano o más que un granadino o alicantino o compostelano por volar desde su ciudad a la Villa y Corte es como adentrarse en una jungla de horarios, plazas disponibles y costes unitarios difícil de despejar, como una ecuación de dos incógnitas.
Iberia, y su franquiciada Air Nostrum, no deja lugar al vuelo por impulso (como aquel entrañable anuncio del desconocido que regala flores) desde Almería a Madrid, que tiene una duración de hora y media. Haga la prueba: si quiere embarcarse esta tarde rumbo a la capital, el billete barato de ida en clase turista, le cuesta 336 euros. Por menos de 700 sería difícil ir y volver si no se reserva con una antelación propia de odisea transoceánica. Hay ofertas de vuelo a Chipre a mitad de precio que a Madrid. Iberia esgrime que hay libre competencia y que cualquiera podría operar si quiere poner precios más baratos (a ver si Volotea coge el guante). Pero es que ya lo intentó Juan José Hidalgo -Pepe Aviones- con Air Europa y también la Spanair de Gonzalo Pascual y fracasaron. Los slots (derechos de horarios de vuelo) que concede la AEFCA son los que son y desde tiempo inmemorial, desde que Iberia era del INI, los tiene cogidos y bien cogidos y deja poco margen para entablar un duelo al sol de Almería en igualdad de condiciones.
En cuestiones de vuelos y de aviones en Almería, por donde uno tire se estrella. Desde las distintas administraciones -Ayuntamiento y Diputación- y desde iniciativas de parlamentarios y diputados de todas las cataduras, se viene pidiendo una OSP (Obligación de Servicio Público), para subvencionar parte del billete por parte del Estado, que es como hacer trampas al solitario: todos saben que las autoridades de la Competencia de la UE nunca la van a aprobar, a menos que se demuestre que Almería es una Insula Barataria como Tenerife o La Palma. Y eso el único que lo puede demostrar es el perito en islas Diego Martínez Cano.
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