Y de los prostáticos ¿qué?

Y de miccionar (vulgo mear) que me dicen ustedes. Me parece oportuno que Izquierda Unida le pida a Luis Rogelio que abra grifos en parques, plazas, jardines y paseos. No sólo los niños tienen sed. Pero nadie parece acordarse de los pobres prostáticos. Esos hombres operados de próstata que cada dos horas tienen que buscarse el alivio del pipí. ¡Luis Ro, por tu próstata!, abre grifos, pero también urinarios donde podamos desahogar nuestra imperiosa necesidad los operados. Tiene uno que ir pidiendo favores en los bares y cafeterías para evacuar una necesidad, porque el alcalde no ha sufrido aún tan sensible enfermedad, y por lo tanto no tiene la conciencia de lo que sufren los necesitados ante la imperiosa necesidad de aliviar intimidades cada cierto espacio de tiempo. ¿No se lo creen? Consulten con un enfermo o especialista en urología y sabrán que llegado el momento ese caliente y amarillo liquido decide salir por su propia voluntad, como si de un infante meón se tratara, si no le llega el consuelo de la micción (vulgo mear). Claro que él, el señor alcalde, tampoco tendría problemas, alguno de sus cuatro guardaespaldas (¿seguro que lleva cuatro? Me parece una barbaridad en tiempos de crisis, que nos lo aclare su gabinete de comunicación)le buscaría la forma y manera de que consolara la municipal y principal vejiga almeriense. Pero a los pobres ciudadanos que nos den con el desconsuelo y la preocupación de encontrar un lugar donde evacuar. Estoy pensando en montar una plataforma pro “Urinarios en la ciudad”. Le aseguro  señor alcalde que somos muchos. Grifos: Si. Urinarios: También.