Candela Peña y ‘La boda de Rosa’

Tumbada al sol sobre una roca en posición fetal pienso en Candela Peña, y en lo que dijo en una entrevista publicada en El Mundo: “Lo único que queremos todos es que nos quieran”. 

Soy fan de ella, y eso me hizo reflexionar sobre cómo la vida y la muerte nos iguala. Es algo que trasciende cualquier estatus social, religión, origen, sexo. Hay tantas cosas que nos unen, sin embargo, nos pasamos la vida buscando las diferencias o simplemente fijándonos en ellas, y sin embargo eso también nos une. De pronto me imagino una Constitución, ley de leyes, en la que su artículo primero diga que el amor es la primera necesidad del ser humano, además de la comunicación.

La entrevista continúa describiendo sus éxitos y fracasos en general, su decisión de ser madre soltera, su constante vital de trabajar para seguir viviendo. De lo único que no quiere hablar es del movimiento Me Too (yo también) en el cine español. Ese movimiento que denuncia el acoso sexual y a veces la violencia de género o agresión sexual que sufren la mayoría de las actrices en todo el mundo. Prefiere mantenerse calladita, dice, para seguir trabajando, tiene que mantener a su hijo día y noche. 

Ya han pasado varios años desde que rodó su última película con Icíar Bollaín, “La boda de Rosa”. Mientras tanto ha protagonizado series como “Hierro” y “El caso Asunta” que le han dado mucha popularidad. Pero en 2025 volverá al cine y eso la tiene muy ilusionada. 

Después de esa intensa entrevista, necesitaba ver una película y entré en RTVE Play buscando una de cine español y me encontré con “La boda de Rosa”. Perfecto para seguir empapándome todavía más de Candela Peña. Y allí descubro que la boda de Rosa es consigo misma, quererse a sí misma, respetarse todos los días de su vida y así alcanzar la armonía de la felicidad.