En nuestro país sólo la selección de fútbol logra una coincidencia externa de sentimientos, digo externa porque en su interior, por peculiares razones políticas, más de uno de nuestros compatriotas está deseando que la mal llamada Roja se dé un batacazo para que cualquier cosa que huela a España fracase.
Si hasta algo tan unificador como el fútbol crea disensiones no hablemos del mal o bien llamado rescate de nuestros bancos que emergió el pasado fin de semana.
Para los medios de información adversos al gobierno ha sido un rescate puro y duro, algo humillante, para otros ha sido un rescate digno y para unos terceros una ayuda económica, un préstamo providencial.
Resulta interesante, en consecuencia, considerar el juicio que hacen los medios de información extranjeros, menos interesados, en principio, en zaherir o ensalzar a Rajoy y su gobierno. Se saca una impresión equidistante de las dos extremas mantenidas en España. Es un rescate de nuestra banca, no de la economía española, pero no le va a salir gratis al gobierno.
En otras palabras, el gobierno de Mariano Rajoy se ha salido claramente con la suya en un punto: que no nos metan en el mismo saco que a Grecia, Portugal e Irlanda.
No habrá un control de nuestra economía con imposición tajante de reglas por Bruselas, el Fondo Monetario Internacional (y escondidos detrás de ellos Alemania), los intereses que pagaran nuestros bancos por los miles de millones de euros que deben llegar serán bastante inferiores a los que está consiguiendo España en sus emisiones de deuda, PERO aunque el préstamo va a los bancos a través del Frob nuestro gobierno deberá garantizar que ese dinero se devuelve. Parece que Alemania no cedió en este último punto.
El acuerdo del pasado fin de semana es una importante inyección que el enfermo España debía recibir antes de las elecciones griegas del domingo que pueden poner todo patas arriba y que con un resultado antieuro habrían creado enormes dificultades a la consecución del acuerdo que estamos comentando. Hay pavor en los países europeos ante lo que surja de las urnas griegas el domingo por la posible salida de la nación helena del Club euro.
Que lo logrado por España tiene, junto a incógnitas, aspectos decididamente beneficiosos para nuestro país lo prueba que en las tres naciones mencionadas intervenidas que fueron objeto de un ajuste severo ya han surgido voces diciendo que quieren el mismo tratamiento. La prensa internacional concluye que la medicina dada a España es mucho menos amarga que la que se les hizo tragar en su momento a Irlanda, Portugal y Grecia.
Mientras se dice que España encuentra un alivio y que ahora puede que le suba la fiebre a Italia, hay voces que vuelven críticamente a la carga sobre la rígida postura de la señora Merkel, entre ellas la del "New York Times", influyente periódico deseoso de que Obama sea reelegido y que como el Presidente americano cree que la prolongación en el tiempo de la enfermedad europea puede contagiar en breve a Estados Unidos.
El diario yanqui sentencia que ha llegado el momento de que la señora Merkel se percate de que sólo con recortes no se arreglará la situación, que hacen falta algunas medidas de estímulo como las que tomó Estados Unidos.
En la prensa francesa afloran ideas parecidas. En ella, por cierto, puede que a regañadientes, se despliega con gran relieve que Rafael Nadal ha marcado un hito en tierra parisina.
La postura reticente, cuando no hostil, del público de Paris con un sano y gran deportista que ha hecho literalmente historia en Francia y en todo el mundo
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/28535/el-rescate-desde-fuera