Volvemos a estar aquí

Querida prima: Dejé de escribirte a finales de julio porque estaba “agobiá”. Que si la prima de riesgo baja, que si la prima de riesgo sube; que si el Ibex 35 sube, que si al día siguiente baja; que la bolsa va bien, que se cae; que el euro recupera posiciones respecto al dólar, que al día siguiente “¡que si quieres arroz Catalina!”.

Esto no hay quien lo entienda, al menos yo, y pensé que si el presidente del Banco Central Europeo, Sr. Draghi, habla y sus palabras mágicas llevan la euforia a los mercados, pero a la semana vuelve hablar y todo se desploma; y si la Sra. Merkel dice o no dice, depende que nos volvamos todos locos con el coste de la deuda española, pues prima, me dije: “En boca cerrada, no entran moscas. Cállate que tienes muchas ganas y también te tienen a ti y estas más bonica con la boca cerrá”.

Si a eso le sumas que aparece el bosón de Higgs, llamada “la partícula de Dios”, un hallazgo científico para que se entienda la creación del Universo, entenderás prima que decidiera dejar de escribirte, porque lo que yo quiero es entender lo que pasa por estos lares y por eso volvemos a estar aquí.

Y vuelvo un tanto “quemá”, como media España: la una por los incendios forestales pues han ardido 181.000 hectáreas en lo que va de año y no solo los parados que reciban prestación podrían colaborar en la restauración de las zonas afectadas, sino que deberíamos todos ofrecernos voluntarios. 

La otra media España que “calienta” el otoño son los sindicatos y sus liberados, que por fin los han puesto a trabajar y los Rubalcaba, que no solo han olvidado que nos dejaron el país en la ruina, sino que ese “apoyo al Gobierno para salir de la crisis” que dice en la TV, para que lo oigan, se traduce luego en proponer en reunión a puerta cerrada a los suyos, que levanten un muro contra el PP en defensa del Estado de Bienestar, ese bienestar que hay que pagar pero nos han dejado  sin un euro y con facturas adeudadas.

Pues no pienso callarme y aquí sigo, prima.