La feria iberoamericana

Diputación acaba de presentarnos la primera feria iberoamericana. No sé qué hace la diputación metida en estos berengenales, pero tampoco pongamos el grito en el cielo por ello. Lo que me ha llamado la atención de don Amós García, diputado provincial organizador del evento, es la escusa a la hora de presentarla, hablando de los beneficios que va a suponer para los municipios almerienses. Toma castañas, Amós. Debe ser que ahora los ayuntamientos se han convertido en empresas y van a vender sus productos en la gran América hispánica. Creo que el de Alhama va a montar una panadería para vender rosquilletas en Perú, Argentina y hasta en Cuba si las pagan bien. Vamos don Amós, un poco de seriedad, que el personal no es tonto. Nos tienen que vender lo de “beneficios para los municipios” porque el dinero que cuesta el evento sale de una administración cuya única competencia son los pueblos más pequeños, sus necesidades y sus problemas. Usted no es el culpable, supongo que algún técnico le habrá dicho que como el papel lo aguanta todo, con poner algo del municipalismo se arregla el tema. Tampoco la culpa es del técnico, el señor o la señora lo único que ha hecho es buscarle una solución a su problema. La responsabilidad es del presidente de la institución y alcalde de Roquetas, Gabriel Amat, y de los que le acompañan con su voto en el pleno, sean del Pp o de la leal oposición. Tanto monta. Por cierto don Amós, aunque sólo sea por morbosa curiosidad: ¿Nos podría indicar cuánto les va a costar a los pueblos de Almería la Iª Feria Iberoamericana? Hasta ahora no he encontrado la cantidad.