Las riadas y sus culpables

No es el momento para buscar culpables de las inundaciones del Levante, dice Sonia Ferrer, delegada de la Junta. Es el tiempo de ayudar. Cierto es. Pero estará con uno en que en algún momento habrá que hacerlo, ¿no, doña Sonia? Nadie tiene la culpa de los desastres naturales, cierto también, pero cuando alguna voz importante, como la del catedrático de geografía Andrés García Lorca, mira por donde subdelegado del gobierno central en Almería, nos comunica que existe informes sobre la gravedad de permitir construir en según qué zonas del levante almeriense, nos parece de perlas que se investigue, se encuentre y se castigue a los culpables. Las víctimas no volverán a la vida, pero es posible que siguieran entre nosotros si se hubiera tenido en cuenta los informes de los que nos habla don Andrés. Las casas inundadas se limpiarán, los enseres se repondrán, las lágrimas se secarán, a los valientes se les reconocerá sus proezas, pero las vidas humanas desaparecidas, esas, no volverán. Y ellas se merecen que sepamos el nombre de los culpables. No es entendible, con lo dura que se pone la Junta de Sevilla a la hora de permitir construir, que existiendo informes como los mencionados se hayan permitido esas urbanizaciones en zonas inundables. Cuanto antes señora Ferrer. No deje para mañana lo que nos pueda decir hoy. No busque el olvido en el tiempo. Escribimos tras la desgracia, pero habría que pedirle al profesor García Lorca que nos dijera si hay otros informes que no se hayan tenido en cuenta a la hora de dar permisos de construcción en otros municipios. Y estoy pensando en Roquetas de Mar.