Los políticos almerienses que dependen del gobierno de Madrid, osea los del PP, hacen palmas, palmitas, ante la rapidez con la que ha contestado el gobierno de Mariano Rajoy a las necesidades de los pueblos del levante que se han visto bajo los lodos de una tromba de agua. Me uno al coro de palmeros, oiga. Pero... ¿Recuerdan ustedes a la vecina y querida Lorca? ¿Se acuerdan del terremoto de hace un par de años? Entonces el gobierno del Psoe, con Rodríguez Zapatero a la cabeza, hizo también los deberes que de ellos se esperaba. Se anunciaron con urgencia las ayudas, lo mismo que ahora. ¡Bien! Palmas y palmitas para los señores. ¡Qué hermosas palabras! ¡Qué grandes nuestros políticos son! ¿Y los hechos? ¡Ah, los hechos!. Eso es harina de otro costal-cantar. Ya veremos cuando llegan las obras de Mariano Rajoy (vulgos euros), por lo pronto las de Zapatero, los euros, dos años después de la tragedia, aún no han aparecido por Lorca. Me parece bien que canten victoria los chicos del PP ante el anuncio del consejo de ministros, pero lo mismo están corriendo demasiado. Los otros lo hicieron antes y se tienen que tragar las palmas, palmitas de entonces. ¿Se las tragará Mari Carmen Crespo, Gabriel Amat y demás colegas las de ahora? Por el interés de los afectados almerienses a uno le gustaría que no se las tuvieran que tragar, pero conociendo la labor diaria de los gobiernos y de los políticos, mucho me temo (cuanto me gustaría equivocarme) que pase el tiempo y las palmas en lanzas se tornen difíciles de tragar. Estamos como siempre ante los deseos y las promesas de los políticos. Pero las obras..ay las obras.
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