A tenor del título llega hasta mí: “Sigue el agua su camino y al pasar por la arboleda mueve impaciente la rueda del solitario molino”. El Gobierno actual -por llamarlo de alguna manera- no para mientes en los desahucios que algunos llaman, por ignorancia, ‘situación dramática’. En justicia llamarlo así es un eufemismo; yo le aplico otra denominación: una tragedia digna de Eurípides. Quisiera ser benévolo y no ensañarme, pero nobleza obliga. Son las seis de la mañana del 14 de noviembre y son muchos los que piensan que la huelga va a ser general; aprovecho esta ocasión para decir que solo me ocuparé de las injusticias y el Ministro de Educación, que se aplique esto: “Educación y buenos modales abren puertas principales”
Todo lo escrito hasta ahora me da la impresión de una comedia con muchos tintes derechistas. Resumiendo y venciendo al tiempo diré, en justicia, que hay más diatribas que panegíricos.
Yo soy un hombre bajo, que no bajuno, y con un adorno peculiar en el vértice de mis piernas. Si Rajoy me aplica un recorte me sume en la nada.
En este desbarajuste, no quiero omitir -a raíz de la sentencia del Constitucional- que a los homosexuales, lesbianas, transexuales, etc., una sociedad sin un amago de amor los tienen estigmatizados. En el momento de la concepción se abre una interrogante. Tengo amigos a los que quiero y respeto al máximo y cuya orientación sexual es un asunto privado que en nada enturbia nuestra amistad.
Con amor y cierta admiración sigo las intervenciones de la vicepresidenta, la cual pone un énfasis que ya me gustaría tenerla en el PSOE.
Sin embargo José María Aznar y su cónyuge deberían hacer mutis por el foro. Imagino que ambos pueden vivir de las rentas. Ella debe estar preocupada aunque ya sabemos que no cambia sus vacaciones por nada, ni para asistir al funeral de unas muchachas.
La Cospedal es decidida; a ella le indicaría que leyera o releyera “El libro de Buen Amor” del Arcipreste de Hita.
Junto a la mujer que amo, sin una euforia excesiva, celebramos el resultado. Y sin ser oráculos de antemano lo esperamos. Hay dos mujeres en mi vida a las que admiro y quiero. Ambas tienen corazón de oro y sus nombres figurarán en momento oportuno. Si la derecha hubiera sabido el resultado catastrófico se habría abstenido.
A los sindicatos, si yo tuviera que examinarlos les daría matrícula de honor.
De Guindos debería dedicarse a otra actividad mas acorde con su ignorancia.
Escribir este artículo me ha costado un… Todos los párrafos han sido muy bien sazonados con el fútbol, droga imposible de erradicar. Mas, si el pueblo lo quiere, bendito sea.
Un pareado: García Margallo me recuerda a un papagallo.
“Vuelan las hojas en el atardecer, yo fui una hoja verde que se secó también”. Creo que es de Miguel Ángel Buesa.
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