En la calle

Querida prima: En la calle se manifiesta el descontento general por la situación de cinco años que llevamos a cuestas con la crisis. Qué pena que tengamos que pagar 40.000 millones de intereses de la deuda que nos dejó el anterior gobierno del PSOE, porque si no, otro gallo cantaría. Pero como he dicho siempre, España no está para parar en estos momentos y por eso la huelga general convocada por los sindicatos fue un fracaso rotundo como tal, porque si la crisis resulta en muchos casos asfixiantes y los recortes  no entendibles, dejar de producir es un disparate y así lo entendió el comercio en general. El que cerró fue por imposición de los “democráticos” piquetes.

Convocar dos huelgas generales en menos de un año no se explica nada más que porque el gobierno es del Partido Popular. Zapatero recortó las prestaciones por desempleo y las pensiones y UGT y CCOO miraron para otro lado y no montaron esas algaradas con los colectivos más vulnerables y hasta con los antisistema. Y lo nunca visto, que los Consejeros de la Junta de Andalucía se vayan a la manifestación. ¿Se fueron en su coche oficial?. 

Y en la calle se respira también el malestar por los desahucios que empezó en nuestro país desde el año 2.008 y ni el anterior gobierno ni los sindicatos hicieron nada para resolverlos. Ahora el Gobierno ha aprobado un decreto ley que entra en vigor inmediatamente donde se paralizan durante dos años. Todo será mejorable, pero se ha querido mantener un equilibrio entre la necesidad de parar esta grave necesidad social y los derechos de las entidades financieras.

También se espera ver los resultados de las elecciones catalanas, donde se habla poco de las necesidades de los catalanes. Compararla con Escocia es no saber su historia porque fue un reino independiente hasta que en 1707 decidió libremente unirse al Reino Unido. Cataluña formó parte del Reino de Aragón y ha sido parte integral de la España moderna desde sus orígenes. Esto es lo que hay.