Viagra y pólvora

Tontos con estudios los encuentras con cierta frecuencia; pero estudios tontos los encuentras todos los días. El reciente Estudio Europeo sobre Satisfacción Sexual 2012, realizado por la empresa farmacéutica Pfizer, (casualmente la firma productora de celebrados vigorizantes masculinos) señala que uno de cada tres ciudadanos admite que la situación económica afecta a su vida sexual. Unos linces, vamos. Primero la Viagra y ahora la pólvora. 

Desconozco el coste del estudio y el tiempo y los esfuerzos intelectuales que habrán necesitado los responsables de los laboratorios para establecer semejantes conclusiones, pero créanme que yo mismo hubiera podido ofrecerles unos resultados similares más rápido y más barato. No voy a hablarles de mi vida porque si hablar de uno es siempre una ordinariez, hacerlo acerca de intimidades está severamente contraindicado en los manuales de estilo. 

Sin embargo me sorprende que alguien necesite hacer estudios sobre las repercusiones de las estrecheces económicas sobre la libido cuando, por ejemplo, nadie se ha planteado hacer un estudio inverso sobre los efectos erótico-festivos del gordo de la Lotería de Navidad, y eso que además hay –incluso en Almería- algún que otro alcalde que podría ofrecer testimonio directo de su reiterada e inesperada fortuna. 

Por lo tanto creo que  debemos entender este estudio como una estrategia publicitaria para mejorar las ventas de los mencionados mantenedores químicos de la reciedumbre viril porque, como ya sentenciase en su día el gran Camilo José Cela, una cosa es estar jodido y otra estar jodiendo. Y para lo primero no hay pastillas que valgan.