La oposición de Roquetas de Mar

La escusa de Gabriel Amat, de que los presupuestos son muy parecidos, no le sirve en esa ocasión. Es de lógica que con dos días no se pueden estudiar a fondo los presupuestos de un ayuntamiento como el de Roquetas. Ni que fuera Bentarique, Alsodux o Terque. El que la oposición abandonara el salón de plenos y dejara a don Gabriel con sus cuentas y que ellas se las apañe, parece de lo más normal. Un alcalde que se precie de querer la colaboración de todos en la responsabilidad y colaboración de un gobierno, y más en estos tiempos, lo menos que hace es dar el presupuesto con tiempo para ser estudiado, comentado y hasta discutido antes de llegar a pleno. Todo lo que sea eso, es la clara demostración de que no se quiere esa colaboración. Diría más, es una provocación en el intento de que la oposición tire por la calle de en medio, abandone el salón, y poder decirle que son unos irresponsables, que no quieren a Roquetas y no luchan por ella. Andan los peperos en Roquetas acercándose al victimario que tan bien saben usar algunos líderes catalanes. No es buena esa práctica política. Se puede estar de acuerdo en que la oposición no colabora lo suficiente con el gobierno, que está siempre a la busca de una falta que echar en cara. Y eso el ciudadano lo nota y lo hace pagar en las urnas. Pero ese mismo ciudadano también se percata de que desde el gobierno se pueden y se hacen trampas con la oposición. Y lo tendrá en cuenta a la hora de votar. Del que gobierna se espera generosidad, y si no es generoso, que por lo menos sea coherente en las prácticas democráticas que se le presumen.