Profecía de Los Amaya

Admito que lo del acabóse profetizado para hoy por los mayas me genera algunas molestias, pero no tanto por el tostón del cataclismo y sus estruendosas incomodidades, sino porque fastidia mucho escribir algo que al final no llega a tus lectores. En todo caso, yo soy de los que piensan que el verdadero Apocalipsis no lo anticiparon los mayas, sino Los Amaya, ese inolvidable dúo de lírica bizarra tan injustamente preterido. Por increíble que parezca, esta singular pareja de rumberos ya anunció ¡en el año 1971! el sombrío horizonte que hoy nos atenaza a todos. Lamentablemente muy pocos descifraron el aviso que, escondido en la letra de su inolvidable éxito “Zapatero remendón”, profetizaba la llegada de la actual crisis cantando sobre un pobre que no podía comprarse zapatos: “Ya verás lo que me pasa en la situación que estoy. No puedo comprarme unos, porque mal de plata estoy.” Eso sí que era anticiparse al IBEX 35. Años más tarde, cuando el presidente Zapatero afirmó que nuestra economía estaba en la Champions, fue como escuchar la ruptura del Séptimo Sello y ver a los Siete Angeles derramando calamidades sobre la Tierra, aunque los que estábamos al tanto no dijimos nada para que no nos tacharan de antipatriotas. No obstante, como creo que hoy está usted leyendo estas líneas con absoluta normalidad, compartiré una reflexión que me hice en cuanto empecé a leer cosas tenebrosas del calendario maya: ¿puede alguien fiarse de las predicciones de unos tíos que no pudieron adivinar que sus templos y lugares sagrados iban a acabar rodeados de hoteles llenos de parejitas españolas de recién casados? Pues eso.