Llorad

Llorad por una expo-agro que no habéis sabido defender en todos estos años. Llorad por una feria que tuvo abiertas las puertas del mundo agrario. Llorad por la infamia cometida contra un sector al que habéis manipulado como os ha dado la gana desde aquel lejano 1981. Ahora senos pide “reflexión”. Cuando el dinero entraba en “el palomar” a manos llenas (que más daba si era a través de la agricultura o de la venta de un colchón) todo eran alegrías, tarjetas, comilonas y políticos a los que hacer la rosca. Mientras, algunas voces decían que la expo ya no era la feria de la agricultura que nació de la mano de Gómez Vivancos en aquel lejano año, que se había convertido en un mercadillo donde vender productos a los agricultores, y que eso llevaba camino de acabar siendo una ruina. Ahora nos piden “reflexión”. Nadie se ha atrevido a decir, nos anuncian: “La Expo-Agro ya no sirve”. Claro que ya no sirve.  Pero no le echen la culpa al agricultor o al sector. Miren dentro de su casa, llevan años sin “reflexionar” en lo que estaban convirtiendo la expo. Llevan años viviendo de espaldas a los intereses de la agricultura, sólo pendientes de las empresas que venían a exponer y vender sus productos. Sabían, idiotas son si no, que las empresas estaban hartas, que casi todas tienen delegaciones en la provincia y su presencia en la feria sólo servía para invitar a unas copas a los clientes. Lo que comenzó siendo una feria de la agricultura almeriense ustedes la convirtieron en un mercado para el agricultor, y hasta colchones les vendieron. Nunca “reflexionaron” en lo que estaba ocurriendo y la agricultura se la llevaron otras ferias. Qué vergüenza.