Coros y danzas

Esto de tener un gobierno formalmente marchoso en la Junta de Andalucía está convirtiendo al PSOE e IU en una especie de dúo eléctrico y tumultuoso que, incapaz de convertir a Andalucía en un escenario de crecimiento económico y bienestar, apuesta por la agitación constante y rítmica, alfombrando de consignas el camino hacia ninguna parte por el que están de gira. 

Y hemos llegado a tal punto de disparate que la pareja Griñán & Valderas actúa ya como los Blues Brothers de la pancarta, aprovechando cualquier resquicio del calendario para interpretar su repertorio de gestos y poses presuntamente progres, prescindiendo del decoro institucional y la vergüenza torera. Y así, después del insólito y bochornoso empleo del Parlamento Andaluz como caja de resonancia de la última huelga general, han decidido ahora usurpar el significado solemne del Día de Andalucía para convertirlo en una movida partidista y pancartera, fomentando esa cosa tan moderna y tan cargada de futuro que es enfrentar a unos andaluces con otros. 

Pero ver a PSOE e IU convirtiendo el 28-F en una especie de romería nostálgica de la II República que institucionaliza ese pretendido “cordón sanitario” contra el PP no es más que una declaración oficial de impotencia autonómica. Si, después de tres décadas de juntandalucismo en vena, lo mejor que tienen que ofrecernos PSOE e IU a todos los andaluces en el Día de nuestra Comunidad es un festival de coros y danzas asamblearias, es como para pensarse si realmente los únicos que tuvimos claro el alcance real del invento fuimos los almerienses cuando votamos NO a la cuestión que tan pellejeramente van a conmemorar.