Muchas familias almerienses han tenido que recortar el gasto en casa por su situación económica. Menos gasto en ropa, en ocio, en caprichillos para los críos…; eso sí, no han tenido que racionalizar in extremis el consumo eléctrico y de agua, olvidarse de la calefacción este invierno, o comer muchas ollas y poco pescado y carne.
Sí, muchos almerienses han notado también el expolio de sus ya ínfimas economías por parte de Luis Rogelio Rodríguez, alcalde de la capital. Lo han notado con la subida de la basura, con el billete de autobús, con la subida de tasas del cementerio; los almerienses se sienten robados cuando tienen que pagar hasta por un certificado de empadronamiento o al pagar el IBI pues, al ya elevado valor, se le ha aplicado una nueva subida, resultando un acicate más para quienes rozan la miseria, que, desgraciadamente, son muchos almerienses ya.
Aún no contento con todo esto él, más que alcalde, Senador ha arremetido contra los empleados municipales quienes, además de perder la paga extra en Navidad, han visto reducido su sueldo, han sufrido reducción del 20% en las pagas adicionales de marzo y octubre, y han visto congelado el Fondo de Acción Social.
¿Qué padre de familia le negaría el pan a sus hijos teniendo 11 millones de euros en el banco? Parece inverosímil, pero esto es lo que hemos sabido que está haciendo el Sr. Rodríguez-Comendador al descubrir que las arcas municipales tienen un superávit de 11 M€ en 2012, mientras la inversión – generadora de empleo – ha sido la menor de la historia.
El Alcalde no se percata de la situación por la que pasan las familias almerienses, quizás porque la suya no la sufre, después de que su mujer asesore en Diputación, su hijo sea Diputado provincial y su hermano director provincial del INEM. Así, cualquiera tiene superávit.
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