El Barrio Alto

No se quién dijo alguna vez que las cosas se tienen que poner muy mal para que empiecen a ponerse bien, y bien por el Ayuntamiento de Almería, que ya era hora de que alguien se acordara del entrañable Barrio Alto, tan particular en el trazado de sus calles como en sus gentes tan sencillas.

Recuerdo de los años cincuenta que visitaba casi a diario como representante de comercio en auto-venta  y desde la misma entrada a la calle Real del Barrio Alto  mi primera visita era la tienda grande de mis amigos D. Salvador García Tarifa y su mujer la Sra. Lola, de allí partía a la calle Molino y aquello era un espectáculo, a la puerta de  de otra gran persona D. Rafael Plaza “el tabernero”, y raro era el día que no había en aquella especie de calle placita, las vecinas que lo arreglaban todo en la calle a voces o tirándose de los pelos; pero que al día siguiente estaban como si tal cosa, de risas o de llantos porque cuando alguien se moría lloraba todo el barrio , eran gentes sencillas que sabían vivir  porque ponían el corazón en todo de una forma admirable sin quejarse de nada y faltándole de todo.

Mis recuerdos más agradecidos a todos los buenos clientes que en este barrio tenían sus tiendas, porque ver a estas mujeres comprando ya era un espectáculo, la simpatía que derrochaban cada una con un dicho gracioso.

Y hablando de las cosas buenas, leo en La Voz que el área de Turismo del Ayuntamiento de Almería EMAT, está llevando una pasada publicitaria por el norte de España y me parece muy bien, ya que el turismo español da mas beneficio que el extranjero y las zonas del norte son  pero que muy interesantes.

El pasado  día 8 nos dejó Dª. María  Antonia Abad ( Sara Montiel ), la que mejor supo vivir sin remilgos ni complejos, acompañada eso si de un cuerpo y una cara de infarto para regocijo de toda España. También le tocó el turno a Dª. Margaret Thatcher ejemplo y controversia de como se gobierna sin complejos y otra gran figura no menos interesante que D. José Luis Sanpedro, que supo decir también, que no se necesitaba tanto dinero para sobrevivir.

Buena gente para recordar.