En el telediario de hace unos días, Soraya Rodriguez, parlamentaria del PSOE, despotricaba sobre la Iglesia Católica, en referencia a unas palabras de Monseñor Rouco Valera sobre el aborto, y para ello nos recordaba que no somos un estado confesional adscrito a ninguna Iglesia y menos a la católica, por lo que no cuenta para ella su moral. Y para mejorarlo añade: “La derecha siempre está con la Iglesia porque sus votantes tienen dinero para irse a Londres a abortar” .
Pero, ¿tiene sentido común esta señora socialista para creerse que todos los votos de la derecha son de personas adineradas que pueden ir a abortar a otros países? Pues no, señora diputada en el PP. hay muchísimos votos de gentes sencillas que no piensan como Vd naturalmente.
Han coincidido estas palabras, pronunciadas de forma airada en el Congreso, con el libro que tengo entre manos titulado Papa Francisco, cómo piensa el nuevo Pontífice, y precisamente hoy estoy en la pagina 123, donde dice:
“Hay una vida que hay que cuidar… No al aborto”. Y afirma: “La batalla contra el aborto la sitúo en la batalla a favor de la vida desde la concepción. Esto incluye el cuidado de la madre durante el embarazo, la existencia de leyes que protejan a la mujer en el post parto, la necesidad de asegurar una adecuada alimentación de los chicos, como también el brindar una atención sanitaria a lo largo de toda su vida, el cuidar a nuestros abuelos y no recurrir a la Eutanasia. Porque tampoco debe submatarse con una deficiente alimentación o una educación ausente o deficiente, que son formas de probar una vida plena. Si hay una concepción que respetar, hay una vida que cuidar…. La mujer embarazada no lleva en el vientre un cepillo de dientes; tampoco un tumor. La ciencia enseña que, desde el momento de la concepción, el nuevo ser tiene todo el código genético. Es impresionante. No es entonces una cuestión religiosa sino claramente moral, con base científica, porque estamos en presencia de un ser humano.”
Y para que no diga que qué va a decir el Papa, acabo de hablar con el Excmo. profesor Santiago Grisolía, doctor y alumno preferido del Dr. Severo Ochoa, Premio Nobel por sus investigaciones sobre el genoma humano, y me ha confirmado lo dicho por el Papa.
Doña Soraya, los políticos también están obligados a tener moral en las leyes que promulgan y aprueban en las Cortes. No vayan en contra de la Ley natural por fastidiar a la Iglesia Católica. No es de recibo esa actitud, por ese camino van a seguir perdiendo votos...
Y sigue el Papa Francisco diciendo:“¿Seré yo el próximo excluido?” Puede ser deseable una sociedad que descarte a una cantidad grande o pequeña de sus miembros? Aún desde una posición egoísta podré estar seguro de que no seré yo el próximo excluido…? Porque si se acepta que unos si y otros no, queda la puerta abierta para todas las aberraciones que vengan después y esto es también un punto central de la creatividad que buscamos. La capacidad de mirar siempre que pasa con el lado que no se tuvo en cuenta en los cálculos “volver a mirar , a ver sino quedó nadie fuera, nadie olvidado, por muchos motivos, primero porque en la lógica cristiana, todo ser debe tener su lugar y cada uno es imprescindible. Segundo porque una sociedad excluyente es, en realidad, una sociedad potencialmente enemiga de todos. Y tercero, porque aquel que fue olvidado no se va a resignar tan fácilmente. Si no pudo entrar por la puerta, tratará de hacerlo por la ventana… Los niños son esperanza de un pueblo y los ancianos son también esperanza de un pueblo, los niños porque son los que nos van a sustituir, los que van a recibir nuestra antorcha y los ancianos porque son la sabiduría del pueblo y son los que nos tienen que dar la experiencia que alcanzaron en su vida.
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