“No ha lugar la razón contra la fuerza de la pasión.” Hace ya setecientos años que el poeta italiano Francesco Petrarca (1304 -1374) puso en verso lo que el acervo popular describiría mucho después como la querencia del caprino por lo abrupto. Y es que hay políticos que aunque se apacienten en el bien servido aprisco de la universidad, tiran para el monte con la cadencia de un ciclista multivitaminado. Habrá que dar, por tanto, banderazo de bienvenida al ex alcalde Fernando Martínez en su sorprendente regreso como voz solista del madrigal socialista. Es hasta cierto punto normal que un reconocido experto en la música del renacimiento pretenda retornar a la primera fila de la actualidad almeriense haciendo un canto al antropocentrismo que podríamos resumir en: “Yo soy estupendo; yesuí estupén”, y metiéndose en las polémicas con la audacia del que pretende hacer un mortal con tirabuzones sobre un charco. Pero claro, escuchar a quien fue Alcalde de Almería entre 1991 y 1995 (recuerden los que puedan cómo estuvo y cómo quedó nuestra capital entonces) dictando lecciones de cómo debería actuar el actual Alcalde para conseguir que Almería forme parte de los grandes proyectos infraestructurales europeos y bla-bla-bla, provoca, de entrada, un gozoso estupor. Cualquier historiador sabe que no se debe reconstruir la historia a gusto de quien la cuenta, del mismo modo que los almerienses saben perfectamente qué hizo en su día el señor Martínez como Alcalde para conseguir que Almería formase parte de los grandes proyectos infraestructurales europeos y otras etcéteras: nada. Por eso digo que sorprende que alguien que ya ha pasado por todas estas miserias quiera apartarse del plácido mundo universitario para volver como voluntario a la trinchera, a no ser que ese paso no sea más que una compilación de impulsos y acordes para musicalizar un regreso más principesco a, por decirlo al estilo renacentista, “do solía”.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/42592/subido-al-madrigal