La actualidad refuta la aventurada afirmación de que en España ya no queda sitio para más tontos. Por colmatado que parezca el panorama de la imbecilidad nacional siempre hay espacio libre, lo cual nos permite reformular el primer principio de la termodinámica asegurando que la idiotez no se crea ni tampoco se destruye; simplemente se transforma. La más enérgica prueba de ello la acabamos de tener en Asturias, cuya consejera de Educación, la socialista Ana González, ha hecho llegar una circular a los colegios del Principado para que supriman los términos “Navidad” y “Semana Santa” del calendario escolar, y procedan a sustituirlos por los mucho más asépticos “Vacaciones de Invierno” y “Vacaciones del Segundo Trimestre”, para no herir la sensibilidad de los alumnos musulmanes. Merece la pena recordar que la señora González ya ejerció como Directora de Gabinete de la inolvidable ministra Bibiana Aído, (la que ahora actúa como celebrity del progresismo en el exclusivo barrio de Tribeca, en el distrito de Manhattan) cuando el gobierno de Zapatero descubrió que usar los términos “padre” y “madre” era una rémora del franquismo e impuso que en el Registro Civil se emplearan los términos “progenitor A” y “progenitor B”. Es decir, que estamos ante otra ocurrencia de una chiflada con despacho oficial a la que usted y yo pagamos el sueldo. Pues verán, yo enviaba a esta señora a Marruecos en misión de concordia y tolerancia, a proponer a nuestros vecinos el cambio de la denominación “Ramadán” por “Colación After-Hours”. Seguro que doña Ana volvía apreciando las diferencias entre herir sensibilidades y las heridas inciso-contusas.
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