Ebrio de mayoría absoluta, de poder absoluto, diríase que el Gobierno del PP pretende extenderla, extenderlo, a la única institución del Estado que presta hoy amparo y socorro a la ciudadanía frente a los abusos de su poder precisamente. Sabedora la Judicatura de que le va en ese envite su propia supervivencia, parece haber recuperado la beligerancia activa contra las injusticias que sufre hoy la sociedad a la que con su juramento se comprometió a servir y a defender. Por hacer lo que se espera de ella, la Justicia está siendo víctima de un escrache brutal por parte del poder político y económico, machihembrado como nunca en la cerrada defensa de sus comunes y espúreos intereses. Las sospechas fundadas de graves ilícitos en la o las contabilidades del partido en el gobierno, o la imputación y hasta el encarcelamiento preventivo de banqueros y empresarios afectos al dicho partido por el expolio de Caja Madrid, la fraudulenta salida a Bolsa de Bankia y la gigantesca estafa contra miles de clientes, han enconado ese escrache a la Justicia por parte de esos poderes que no esperaban de ella ese arrojo, esa profesionalidad, esa independencia y esa valentía. Ruz, Castro, Silva, Alaya, Andreu, Bermúdez, ellos y cuantos, sumisos a la Ley y a sus propias funciones, están actuando y resolviendo a favor de la Justicia y contra los abusos del poder, están siendo víctimas de una campaña de desprestigio que persigue su neutralización. Si a ello se le añaden los palos en las ruedas de Gallardón y de la Fiscalía del Estado, que nunca ve delito donde el resto de la humanidad sí, no sólo se comprende esta nueva beligerancia judicial, sino lo necesaria para todos que es.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/43857/escrache-a-la-justicia