Aprovecho la pancarta de los que protestan en la calle por los recortes de sanidad (también ha sido aprovechada para el fútbol, por cierto, mi felicitación al Almería) para recordar que otro mundo es posible en esto de la organización política. Si ustedes recuerdan, fueron los indignados del 15-M quienes aludieron a otra forma de hacer gestión frente a la archisabida monotonía de los partidos turnantes. Aquello se apagó y aquí seguimos con los recortes del ajuste, las vueltas de tuerca de la troika, los altibajos del Ibex, la prima de riesgo y las escaladas del desmepleo.
A pesar de las buenas noticias del Gobierno, las instituciones europeas lo que hacen es exigir más madera tratando de convencer a Rajoy de haberse quedado corto en esto del salario mínimo y el despido libre. Dado lo que sucede en Grecia y otro pueblos del Sur, no parece que el crecimiento esté al la orden día. Bien, aunque no tengamos muchos ejemplos distintos, no puedo dejar de recordar el caso de Islandía. Este país no pertenece a la Comunidad Europea. Hay un sector socialdemócrata que no vería mal su adhesión, pero el resto defiende el camino propio. Aquí no se habla la jerga europea que ya tenemos hasta en la sopa; por tanto, viven alejados del prontuario austero del Merkel y de las consignas de Hollande.
No hace ni un año que los islandeses se despertaron con un país arruinado por culpa de sus gobernantes. Los mandaron a la calle y comenzó un “via crucis” de trabajo, orgullo nacional y poder creativo. Satisfechos de su educación, tal vez la más “progre” del mundo, no establecieron recortes ni tasas académicas.
La cultura autóctona, también la otra, fue fomentada como un patrimonio ligado incluso a la riqueza económica del país. Funcionan los bancos y crece el crédito fácil para las pymes.
Entre las gentes del norte no se nota tanto como en acá abajo la melancolía de vivir y la mordedura de la frustración. No voy a decir que Islandia sea la Arcadia pero vale al menos como ejemplo del sí se puede. ¿Por qué aquí nos aferramos al palo ardiendo del ajuste neoliberal después de conocer el origen de la crisis?
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